Ser iguales no es ser idénticos.
Ser iguales es que cada cual tenga sus
peculiaridades, sus diferencias, pero sin que estas tengan que
implicar desigualdades.
Ser iguales es no sufrir
discriminaciones.
Ser iguales es que todos, cada uno con
su personalidad, tengamos los mismos derechos, el mismo respeto y las
mismas oportunidades.
Ser iguales es que cada uno pueda ser
como es sin obligar a nadie y sin que nadie se lo impida.
Ser iguales es estar educado para
admitir que los demás son tan libres como uno y que cada uno tiene
derecho a ser respetado y a vivir como quiera.
Ser iguales es considerar que uno de
los valores más importantes en un mundo humano es el respeto.
Ser iguales es que resulte ridículo
que en un mundo de casi 8.200 millones de habitantes haya una persona
que se crea capaz de tener la verdad y de decirle a cualquiera qué
tiene que hacer con su vida y qué no tiene que hacer.