Al igual que se alquila una casa o un coche, podemos alquilar un vientre. La demanda de los vientres de alquiler se encuentra en su máximo esplendor desde hace una década: se estima que esta práctica aumenta un 25% cada año. Mientras que algunos ven la gestación subrogada como una oportunidad para las parejas no gestantes de tener un hijo biológico, otros nos planteamos hasta qué punto esta práctica es ética. ¿Los vientres de alquiler son una amenaza para la integridad moral de las mujeres o tan solo una simple transacción?...
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