Tal día como hoy de 1935 murió Alban Berg.
Tienes más información aquí.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
De las 6.745.591 personas que habitan en Madrid, un millón de ellas está en riesgo de pobreza. Estas personas, junto con otras muchas más que no pueden vivir como los ricos, no pueden costearse un seguro privado de salud. Ni pueden ni seguramente quieren. Sin embargo, la señora Ayuso obliga a todos, quieran o no quieran, a hacerse un seguro de este tipo, porque está desmantelando la sanidad pública y no deja otra puerta abierta. No sé si a esto le llama libertad.
Conozco a personas cuya atención sanitaria está siendo peor que la que tenían antes del ayusato. Yo soy uno de ellas. Mi salud corre ahora más riesgos. La señora Ayuso está jugando con la salud y con la vida de las personas, y lo hace con toda naturalidad, sin poner nada de su parte en solucionar este problema. Me parece que alguien con poder debería intervenir aquí, porque esta imprudencia brutal puede traer consecuencias sin marcha atrás para quienes no son ricos. Aquí hay maltrato. Ahora mismo, en Madrid, el negocio de unos pocos está por encima de la vida de muchos madrileños. Hay muchas personas en Madrid que no se dan cuenta de cómo las están manipulando ni del riesgo que corren sus vidas. Mi padre tenía médico, pero no iba por miedo. Murió joven. Yo tengo médico, pero la atención que recibo es mínima. ¿Moriré joven, también, señora Ayuso?
Hoy este blog ha alcanzado los dos millones de páginas vistas.
Nunca pensamos que llegaríamos a estos números. Bautista y yo nos sentimos orgullosos y agradecidos por la atención que los lectores prestan a este blog.
Esperamos seguir cumpliendo con las expectativas y mejorando, en la medida de lo posible, la calidad de lo que publicamos.
Muchas gracias a todos los lectores.
El activismo tiene su lugar en la política profesional, por no decir activa y repetir el concepto. En él las ideas, además de contener argumentos racionales, se tiñen de sentimientos y de emociones, que arrastran acríticamente al lector. Generan así feligreses, abanderados defensores de tales ideas.
En el campo del intercambio de ideas no tiene sentido ese acompañamiento emocional. No me gustaría que mis ideas generaran ni un solo feligrés, ni un sola persona que estuviera de acuerdo con ellas por ningún motivo que no fuera racional y crítico. No quiero crear un batallón de seguidores, sino algún posible lector autónomo, libre y con criterio.
El blog MasticadoresFEM ha tenido la amabilidad de publicarme el primero de dos artículos que explican las llamadas Olas del feminismo. Es una clasificación de los diversas interpretaciones del feminismo habidas hasta ahora.
Puedes leerlo aquí.
No es una opinión. No es un deseo. No es una hipótesis. No es un invento. Es un hecho. Todo cambia. Nada permanece. Lo observó Heráclito de Éfeso en el siglo VI a. C. y se lo hizo entender a quien quiso entenderlo. El mundo cambia porque la materia cambia, las ideas cambian y las realidades sociales cambian.
Pero nacieron los intereses y los privilegios, y quienes se acostumbraron a vivir con ellos no aspiraban a hacerlo de otra manera: no soportaban la idea de que un cambio les privara de ver cumplidos sus intereses o de gozar de sus privilegios. Ello implicaba renunciar a cualquier idea de justicia, pero los intereses y los privilegios funcionaban como ideas absolutas, y, ante ellas, no había nada que les superara en importancia. Nació así el retrógrado, el interesado, el egoísta, el defensor de sus privilegios, el inmovilista, el que niega el cambio, cualquier cambio, e intenta crear un mundo a su propia medida, no a la de todos.
Nunca hay que dejar de luchar por un mundo mejor, pero nunca hay que olvidar que cualquier avance que se logre, por pequeño que sea, generará una reacción del sector más retrógrado, que se sentirá amenazado o que verá tambalearse sus privilegios.
Esta entrada contiene un enlace a la entrevista a Ana Bella Estévez que publica MasticadoresFEM. En ella se habla de la Fundación Ana Bella, cuya existencia deben conocer todas las mujeres, y también de la situación que pueden estar viviendo muchas mujeres. Todos y todas deberíamos leerla. Puedes hacerlo aquí.