Empezaré
por la palabra CUERPO.
Su
origen es el latín corpus-corporis.
El latinismo ha quedado en español en el nombre de una fiesta, el
Corpus, y también corpus significa un conjunto de textos. Derivados
de cuerpo son corpiño,
corsé,
corporación
(palabra que nos rebota desde el inglés corporation,
tiene guasa), incorporar...
El castellano diptonga la o
en ue,
como la e
en ie,
y este fenómeno distingue al castellano del gallego-portugués y del
catalán, que no diptongan. Cuerpo es en gallego corpo
y en catalán cos.
Esta diptongación solo ocurre en sílaba acentuada. El interesado
que conjugue mentalmente poder: yo puedo, tú puedes, etc, lo que nos
lleva a podemos, que no diptonga.
HUESO
viene del latín
ossum,
clásico os-ossis.
De la misma raíz indoeuropea es el griego ósteon,
hueso, y óstrakon,
concha, de donde ostracismo,
porque los griegos votaban el destierro de algún acusado con
trocitos de concha. Y otra palabra de este origen es ostra,
que desde el latín evolucionaría a ostia, pero, se cree que, por
motivos religiosos, evitar el sacrilegio o blasfemia por semejanza
con hostia, se impuso la forma portuguesa ostra.
Hueso, como cuerpo, ha diptongado la o
en ue,
y la hache solo es un adorno ortográfico para el comienzo ue.
Los derivados, por vía etimológica, recuperan la o
inicial, óseo,
osario,
osamenta,
como ocurre en huevo-oval, hueco-oquedad, o Huesca-oscense. El caso
de huerto-hortaliza, o huésped-hospital es distinto, porque hortus
u hospes
ya tenían hache, así que los derivados la conservan. Pero volviendo
al hueso, dice Wikipedia que tenemos 206, y de recién nacidos
algunos más, pero eso ya no es una cuestión etimológica.
MÚSCULOS,
en cambio, tenemos 639 o más. Y los que somos delgaditos, ¿seguro
que tenemos tantos músculos? La palabra músculo viene del latín
mus-muris,
ratón, con el sufijo latino -culus
diminutivo, o sea ratoncito. Se dice que de la broma de comparar el
movimiento del músculo del muslo, otros dicen que del brazo, con el
movimiento de un ratón bajo la piel, la palabra músculo arraigó en
la lengua latina. Resulta extraño, pero tiene gracia. Musculus
en castellano, por vía popular, dio muslo,
y solo desde 1730, por vía culta, entró en español la palabra
músculo.
Esta palabra ha pasado a las lenguas germánicas, inglés, alemán,
incluidas las nórdicas, supongo que por vía culta. En catalán
músculo es múscul
y musclo
significa mejillón. La raíz mus,
ratón, está en muchas lenguas indoeuropeas, hasta llegar a Mickey
Mouse. En griego da mys,
lo que es origen de miocardio
o poliomielitis.
En castellano este es el origen de musaraña
(ratón-araña) y murciélago
(de mur ciego). En mi pueblo decimos murciégalo,
y yo creía que era un vulgarismo muy inculto, hasta que descubrí
que decimos la forma arcaica, la de antes de sufrir en el S. XIV
metátesis (ese baile de consonantes que acaban cambiando de lugar)
de murciégalo al actual murciélago. Recientemente ha sido aceptado
murciégalo en el DRAE, pero a los de Santoyo desde el S. XIV eso nos
resulta indiferente.