Por muy apacible y placentera que sea
la vida, por mucho que nos haya obsequiado el destino librándonos de
grandes problemas, por muy armoniosa que sea la existencia, por mucho
que dominen las horas alegres a lo largo del día, por pocas que sean
las preocupaciones que nos secuestren la mente, siempre hay momentos
en los que para seguir viviendo hay que echar mano del coraje.
Buenas
noches.
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