El problema fundamental de la vida es un problema ético.
¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano?
¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Todos tenemos múltiples necesidades,
de personas y de cosas, pero hay personalidades débiles para las que
ciertas necesidades se hacen indispensables y se convierten en
exigencias. Hay quienes, por ejemplo, no pueden vivir sin el
reconocimiento por parte de los demás de una supuesta superioridad
sobre ellos o sin la aceptación de la enorme valía que imaginan tener. Estas exigencias no son más que muestras de debilidad
revestida de fantasmadas.
Tengo la impresión de que nos estamos acostumbrando a hacerlo todo de cualquier manera. Comemos de cualquier manera, hablamos de cualquier manera, escuchamos música de cualquier manera, nos relacionamos de cualquier manera y vivimos de cualquier manera. Es posible que estemos construyendo un mundo de cualquier manera. Y yo me resisto a aceptar que valga cualquier cosa de cualquier manera.
Las tecnologías avanzan a mucha más
velocidad que las mentes de quienes las utilizan. Ya estamos
perdiendo la carrera y nos va en ello la vida. Piensa, por ejemplo,
en el teléfono móvil. Cada vez somos más tecnológicos, pero menos
humanos.