Intentar sentirse vivo. Poner en
práctica toda la frescura, la jovialidad, la alegría y la novedad
de la que uno sea capaz. Huir de la rutina, de lo encorsetado, de lo
de siempre, de lo gastado, de lo aburrido. No darle importancia a los
castradores, a los frustrantes, a los enterradores, a los resentidos,
a los muertos. Ser más, no menos. Crecer, no empequeñecerse.
Sonreír, no entristecerse. Echar una mano, no pasar. Abajo la
muerte. Viva la vida.
