Ayer murió Mario Benedetti. Cuando estaba en el recreo, quise poner en el blog del Instituto algún poema que sirviera de homenaje, de recordatorio, o que quizás lo diera a conocer entre los alumnos. Se me ocurrió acudir a Youtube y poner algún vídeo, porque me pareció que sería una buena manera de presentar el post a los alumnos. Pero no pudo ser. Los ordenadores que la Comunidad de Madrid ha dado a los Institutos tienen, buena parte de ellos, unos filtros que hacen imposible un uso normal de los mismos. Por ejemplo, no permiten acceder a Youtube, aunque sí al Vaticano o a las páginas del Opus. Y si se coloca desde casa algún vídeo, en el ordenador del Instituto aparece un recuadro en blanco y el vídeo no se ve.
En todas las clases que tenga esta semana voy a contar esto que ocurre en esta Comunidad. Es justo que lo sepan los alumnos y los profesores, que algunos no lo saben. Hace no mucho tiempo, no pude encontrar en Google una páginas sobre lesbianismo porque lo denegaba interpretando que lo que se buscaba era pornografía. Ahora con Youtube te sale "Acceso denegado". Esta es la mierda de educación que pretenden dar.
A pesar de todo, hay que defender la alegría.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
martes, 19 de mayo de 2009
lunes, 18 de mayo de 2009
Amor, provocación y pedagogía
La violencia de género es, desgraciadamente, un tema muy actual. Prácticamente todo lo que debería saber de ética un alumno de ESO lo podría obtener analizando, convenientemente orientado, el problema de la violencia de género.
Eso era justamente lo que estábamos haciendo en clase cuando un alumno dijo alzando la voz y refiriéndose al caso de un tipo que maltrataba a su compañera:
-Es que ese tío es un maricón.
Opté entonces por fijarle la mirada, que se cruzó con la suya. Le envié una expresión de incomprensión, unida a un sentimiento de ofensa recibida, y le dije:
-¿Por qué usas esos términos para insultar? ¿No te das cuenta de que una persona que sea homosexual se podría sentir ofendida con esas palabras? ¿Te gustaría a ti que para insultar a alguien se usaran términos como catalán o marroquí?
El alumno se quedó un poco cortado, quizás por el tono que empleé para dirigirme a él, y a mí se me pasó por la cabeza jugarle fuerte, aunque saliera mal parado del lance. Quería ponerle el ejemplo más claro posible para que se diera cuenta de que determinadas expresiones no deben ser usadas como insultos. Así que, de la manera más contundente y firme que pude, añadí:
-Te lo digo porque ¿sabes una cosa? Yo soy maricón.
Hubo un instante de silencio absoluto. Fue sólo un instante porque el silencio es muy difícil de soportar y hay quienes no son capaces de mantenerlo con una cierta naturalidad. Dos o tres alumnos optaron por la salida de echar fuera unas risitas nerviosas, entre las que intentaban insertar palabras que no lograban articular. Otros pusieron cara de sorpresa ante una de las afirmaciones que menos esperaban oír ni de mí ni en una clase. Yo, por mi parte, me sentí como quien se lanza de espontáneo en una plaza de toros, con todo el riesgo por delante y sin más defensa que la palabra. Me imaginaba el peligro de estar en boca de todos y de tener que oír comentarios de toda índole. Pero, a la vez, estaba viviendo intensamente la experiencia vital de ejercer la educación de la manera que siempre dice José Luis Sampedro, como una mezcla de amor y provocación. Y la estaba poniendo en práctica de la manera más radical posible, jugándome la imagen.
-¿No comprendes que me puedo sentir ofendido si te pones a insultar en esos términos?
El alumno inició una cierta marcha atrás.
-Es que yo no lo he dicho como un insulto. Esas cosas las dice todo el mundo.
-Pero que lo diga todo el mundo no justifica que lo digas tú. Las orientaciones sexuales de las personas no tienes por qué juzgarlas tú ni, mucho menos, utilizar una de ellas para insultar a nadie. Creo que tienes que ser más elegante y más cuidadoso cuando te relaciones con los demás.
Notaba yo que los alumnos habían captado el mensaje, pero también notaba en sus caras una cierta tensión, un rictus de sorpresa y de extrañeza. Por otra parte, mi riesgo era que me colgaran un sambenito que no se correspondía con la realidad. Así que terminé el juego y me salí de él.
-Que quede claro ahora que yo no soy maricón. Lo he dicho para que vierais
claramente las consecuencias que podría tener para una persona el uso de estos términos sexistas. Supongo que lo habréis entendido bien.
Ellos sonrieron. Habían asistido gratis a un happening. Yo me sentí tranquilo y a gusto conmigo mismo.
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domingo, 17 de mayo de 2009
sábado, 16 de mayo de 2009
Aviso: Aprendiendo a ser padres
Te pongo aquí lo que acaba de publicar en su blog Eduard Punset, dando noticia del contenido de su programa Redes de mañana domingo. Creo que el tema es de los más importantes del mundo actual.
Hace muy pocos años, nadie pensaba que lo que les pasaba a los niños influiría en cómo se comportarían cuando fueran adultos. Nadie veía esta relación misteriosa entre la infancia y el comportamiento de los adultos. Lo que hemos descubierto -y esto todavía no se sabe en la calle de manera suficiente- es que, una gestión deficiente, privada de cariño y de inteligencia, de las emociones de un niño, en edades muy cortas, incide de manera muy directa en el comportamiento de este niño cuando es adulto.
Por ello, este domingo, 17 de mayo, hablaremos en Redes con Jay Belsky, psicólogo de la Universidad de Londres y uno de los mejores especialistas del mundo sobre psicología familiar, para que nos enseñe a ser mejores padres.
Os dejo algunas reflexiones que grabé en Londres después de hablar con Belsky.
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Hace muy pocos años, nadie pensaba que lo que les pasaba a los niños influiría en cómo se comportarían cuando fueran adultos. Nadie veía esta relación misteriosa entre la infancia y el comportamiento de los adultos. Lo que hemos descubierto -y esto todavía no se sabe en la calle de manera suficiente- es que, una gestión deficiente, privada de cariño y de inteligencia, de las emociones de un niño, en edades muy cortas, incide de manera muy directa en el comportamiento de este niño cuando es adulto.
Por ello, este domingo, 17 de mayo, hablaremos en Redes con Jay Belsky, psicólogo de la Universidad de Londres y uno de los mejores especialistas del mundo sobre psicología familiar, para que nos enseñe a ser mejores padres.
Os dejo algunas reflexiones que grabé en Londres después de hablar con Belsky.
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viernes, 15 de mayo de 2009
Jugar o ganar
Hay quien ve el fútbol como un procedimiento, entre muchos otros, de creación colectiva de belleza. Otros lo ven como una excusa para que un equipo, al que por algún oscuro motivo le han entregado su alma, gane todo lo que se pueda ganar. Estos no buscan tanto la belleza, sino la victoria. Posiblemente hayan proyectado su debilidad en un equipo de fútbol, como otros lo hacen en un partido político o en un torero de más o menos postín. Creo que, actuando así, han cometido la vulgaridad de renunciar al disfrute de la belleza, lo cual es una de las mayores tonterías que puede realizar un ser humano. La belleza suele ser el último clavo al que se agarra el que ya no tiene otra cosa a la que agarrarse. Renunciar de entrada a la belleza es como subirse a una avioneta y no querer llevar consigo un paracaídas.
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jueves, 14 de mayo de 2009
El estado de la Nación
Un aspecto importante del estado de la Nación, en mi opinión, es el de una población, la mitad de la cual está ofendida porque el señor Rajoy, al que le pagamos todos los españoles para que ayude a un mejor gobierno, ejerciendo una oposición leal y constructiva, la ha insultado diciendo que ha votado a unos señores que no saben leer.
Por lo que se le ve, el señor Rajoy no sabe ejercer su función de otra manera que no sea la del no-a-todo, adornado con un aire como chulesco y con unos tintes de superioridad que nunca demuestra ni justifica. Creo que así está haciendo daño a la convivencia.
Cualquier persona, pero especialmente un político, que se exprese en una tribuna pública debería saber que lo que dice, el tono con el que lo dice y el clima que crea con ello pueden servir de modelo para las personas que lo oyen. Es una gran responsabilidad de los personajes públicos, de la que parece que el señor Rajoy no es consciente. Más que dar un ejemplo de buena ciudadanía que ayude a mejorar la convivencia, parece que el señor Rajoy ha copiado los modos ordinarios de comportarse de la parte menos humanizada de la sociedad.
Alguien debería advertir al señor Rajoy del daño moral que está haciendo a la ciudadanía con esa forma de comportarse en público.
Por lo que se le ve, el señor Rajoy no sabe ejercer su función de otra manera que no sea la del no-a-todo, adornado con un aire como chulesco y con unos tintes de superioridad que nunca demuestra ni justifica. Creo que así está haciendo daño a la convivencia.
Cualquier persona, pero especialmente un político, que se exprese en una tribuna pública debería saber que lo que dice, el tono con el que lo dice y el clima que crea con ello pueden servir de modelo para las personas que lo oyen. Es una gran responsabilidad de los personajes públicos, de la que parece que el señor Rajoy no es consciente. Más que dar un ejemplo de buena ciudadanía que ayude a mejorar la convivencia, parece que el señor Rajoy ha copiado los modos ordinarios de comportarse de la parte menos humanizada de la sociedad.
Alguien debería advertir al señor Rajoy del daño moral que está haciendo a la ciudadanía con esa forma de comportarse en público.
miércoles, 13 de mayo de 2009
La ¿nueva? abuela
Mi madre no tiene nietos. Además, le molesta enormemente que la llamen abuela, pero no porque tenga esa carencia, sino porque entiende que el concepto de ‘abuela’ encierra dentro de sí no sólo una acepción genealógica o familiar, sino también otra que lo hace sinónimo de ‘vieja’. Y ella tiene sólo 84 años, por lo que evidentemente no es una vieja, sino sólo una persona mayor.
En cambio, la que acaba de ser abuela, porque acaba de tener una nieta –Beatriz-, es la, al decir de don Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la patronal de los empresarios, ‘cojonuda’ señora doña Esperanza Aguirre Gil de Biedma, condesa consorte de Murillo y presidenta de la Comunidad de Madrid.
Su hijo ha tenido una hija y, como una de las normas propagandísticas de la nueva abuela es la de que tiene que salir todos los días en los medios de comunicación, sea para lo que sea, alguien de su círculo decidió que había que regalarle una canastilla, llena de objetos propios de la ocasión, en nombre de los periodistas. Al parecer, ninguno de estos sabía nada de tal obsequio. Sin embargo, el gracioso presente le fue entregado por una reportera de Telemadrid -¡qué casualidad!- que se prestó a ejecutar tan señalado acto.
En el fondo, estas ceremonias no son más que glorificaciones y magnificaciones de conceptos trasnochados. Y tienen el peligro de que una de las acepciones de estos conceptos oculte las demás. En el caso que nos ocupa, que el ingreso de doña Esperanza en el club de los que tienen nietos difumine, esconda o haga olvidar el otro significado, mucho más presente y evidente en esta ocasión, como es el de que la mente de tan renombrada señora está ya lejos de la frescura.
En estos días la veremos embutida en el disfraz que va más con su personalidad, el de chulapa madrileña comiendo churros en la pradera y rodeada de vecinas. Hasta por televisión podrá percibirse que el olor que desprenden sus palabras y sus hechos es el agridulce aroma de una vejez enmascarada y no asumida.
Bienvenida, Beatriz. Ojalá tu abuela tenga pronto más tiempo para ocuparse de ti.
martes, 12 de mayo de 2009
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