Además de lo que pueda
prometer o de lo que consiga hacer, del curriculum y de las
capacidades diversas que un político pueda exhibir, creo que es necesario que
tenga también un estilo humano que se pueda convertir en ejemplo
para los ciudadanos, una sensibilidad cuidada para no herir o
molestar a nadie y para tratar con delicadeza cualquier tema, una
especie de sabiduría que le impida cometer torpezas, un espíritu
constructivo que haga crecer la ciudad y a sus habitantes, un afán
por integrar a los ciudadanos o, al menos, a la mayoría de ellos en
un proyecto vivible por todos. Sobre todo, me parece que debe tener
un sentido ético que se traduzca en lo que haga en política: el
respeto, las libertades, la responsabilidad, las igualdades, la
atención a los menos favorecidos, la eliminación de las
discriminaciones y la búsqueda del bien de todos debe ser lo que le mueva a actuar.
Me es difícil encontrar
políticos así. A veces me pregunto si en realidad son estos
políticos los que deseamos o vamos buscando otras cualidades, otro
tipo de personas.
Buenas noches.
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