Sabes que hay personas que te quieren.
Puede que no sean las mismas a las que quieres tú. Te sugiero que
ahora, cuando des por terminado el día y te acerques al relax de la
última hora, te acuerdes de todos ellos y de todas ellas. Hazlo con
una sonrisa en tu boca y en tu mente. Mira su lado bueno, lo más
agradable que muestren sus vidas. Piensa en estas personas como te
gustaría que ellas pensaran en ti, con el mismo cariño, con la
misma disponibilidad, con toda la naturalidad que te gustaría. No
hay límites para el cariño. Muestra todo el que salga de tu mente.
Soñar que las quieres es también una manera de quererlas. Recréate
en lo más gozoso que puedas imaginarte. Te relajarás. Te dormirás.
La sonrisa permanecerá en tus labios. Buenas noches. Besos y
abrazos.
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