Vivir es relacionarse. Es posible que
ya lo haya dicho aquí más de una vez, pero es que estoy cada vez
más convencido de ello. Se trata de establecer una relación con
todos los seres de la Naturaleza, pero, sobre todo, con los seres
humanos. Creamos así un mundo, el mundo de cada cual, en el que
vamos materializando, haciendo reales, nuestras ideas, nuestros
deseos, nuestra manera de ser.
Para relacionarnos con las personas del
mundo hay dos asuntos sumamente importantes: tenemos que conocernos a
nosotros mismos y tenemos que conocer a los demás. Son tareas en
cierto modo parecidas, aunque no exactamente iguales, porque
posiblemente mirar hacia el interior de uno mismo sea algo más
difícil que hacerlo hacia la persona con la que nos encontramos.
Esto concuerda con lo que creo que son los dos grandes propósitos de
los seres humanos: conocer el mundo -sobre todo, conocer qué es un
ser humano- y actuar convenientemente en ese mundo.
Pensando de esta manera, ha sido una
alegría enorme encontrarme esta mañana en la Feria del Libro
de Madrid -precioso espacio en donde huele a buena voluntad, a ganas
de saber y a cultura- con Alejandra Vallejo-Nájera,
psicóloga, profesora y, sobre todo, buscadora del significado de lo
humano y de la manera más conveniente para que nuestro mundo sea
asimismo un mundo humano. Estaba firmando su último libro, titulado
Eres más de lo que piensas, publicado en Espasa,
que es un intento de facilitar la tarea de descubrir de qué manera
nuestra mente influye en nuestra vida y lo que podemos ver en la de
los demás para conocerles mejor. Porque hay en nosotros elementos
inconscientes que operan en nuestra vida, pero sin que nos demos
cuenta de ello, y este libro colabora en la muy conveniente tarea de
desvelarlos para que podamos vivir mejor. Y es que se trata de ser
mejores, no sólo en el sentido ético, sino también en el
psicológico.
El libro tiene tres grandes apartados.
El primero ayuda a distinguir lo que puede denominarse normal de lo
neurótico, asunto cada vez más necesario, desgraciadamente, en
nuestra sociedad. El segundo habla del lenguaje del cuerpo, con
observaciones muy interesantes que nos descubren significados de
nuestro comportamiento corporal, muchas veces desconocidos, pero que
pueden ser relevantes para quienes conozcan lo que suele haber detrás
de los gestos más usuales. El tercer y último apartado trata de la
grafología, del estudio de nuestros trazos en la escritura, en la
que se reflejan nuestra mente o nuestro estado anímico. Son
perspectivas muy útiles para esa tarea diaria y continua del vivir.
Estuvimos un rato muy agradable
hablando del pensar, de Facebook, de lo humano y del vivir. Y me
dedicó el libro. La verdad es que me emocionó lo que me escribió.
El respeto que le debo a ella -como a cualquiera que escriba algo
privado- y un poco de pudor me impiden reproducirlo aquí. Me pareció
muy normal volverme para verla de nuevo y decírselo con palabras y
también con un gesto corporal con el que quise expresar mi emoción.
Mañana domingo, por la mañana, estará
en la Feria en la caseta 251 y probablemente el próximo fin de
semana también esté. Ojea, si quieres, el libro y habla con ella,
que te gustarán ambas cosas.
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