En medio de tanto ruido, cada vez
soportamos peor estar en silencio. El ruido favorece la huida de uno
mismo, no nos deja conocernos bien e instala en nosotros rutinas
destructivas. El ruido no nos deja crecer, nos momifica e impulsa
cuesta abajo nuestro futuro. El silencio es necesario para vivir en
la misma medida en que el ruido nos rompe la vida.
Buenas noches.
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