LLEGAR, PLEGAR, APLICACIÓN
En el principio fue la aplicación. Sí,
sí, según los estudiosos antes existió applicare y
después apareció plicare.
Es un caso de eso que llaman derivación regresiva (ya hemos
encontrado otros), en los que el que parece el derivado es el simple
y el que parece el simple es el derivado.
Así que las applicationes
ya podrían existir en Roma, mucho antes de inventarse el smartphone. En castellano muy antiguo muy antiguo,
cuando todavía era casi más latín que castellano, en el s. X, está
documentado aplecar, con el significado de llegar.
Plegar es un semicultismo que parece haber sido una innovación
del leonés, que el castellano absorbió, e hizo evolucionar a llegar
y el portugués a chegar. Ya sabemos que el
grupo inicial latino pl evoluciona en castellano a ll
(pleno > lleno, plorar > llorar, plano > llano...) De llegar
derivan en español llegada, allegar y allegados, un modo de
referirse a los familiares, que aunque se hayan marchado, son
allegados, y a veces bien avenidos.
Applicare significaba
arrimar, abordar, acercar, y en el Bajo Imperio evolucionó al
significado de dirigirse a, arribar. Otras lenguas eligieron otro
étimo para el significado de llegar, francés arriver,
catalán arribar, italiano arrivare. En
esperanto alveni. Las lenguas romances tienen un
poco de caos en los verbos de movimiento. En rumano él viene, él
marcha se dicen vine y pleaca.
Este pleaca, como el catalán plegar,
provienen de plicare, pero no para significar llegar,
sino marcharse. A veces los catalanes bilingües se hacen un lío y
dicen: Ya vengo, queriendo decir: Ya voy, porque en catalán venir
significa tanto ir como venir, y en latín venio ya era
así, y el griego baino también. Ir es aller
en francés, andare en italiano y un gallego te dirá:
¿Dónde va mi cartera? queriendo significar ¿Dónde está? Y
también en castellano decimos: ¿Cómo vas? significando ¿Cómo
estás? El catalán usa el verbo ir para formar los tiempos
compuestos; Tu vas escoltar significa Tú has
escuchado. Bueno, no es caos, es riqueza de matices.
En castellano tenemos un doblete:
plegar y llegar. Plegar se reutiliza para el
significado de doblar: plegamiento, plegable, pliego y pliegue,
desplegar, desplegable y despliegue, replegar y repliegue.
Y por vía culta la raíz plic-
ha producido montones de derivados: plica, plexo, amplio, aplique,
complot, diploma; complicar, complicación, cómplice y complicidad;
explicar, explicación y explícito; implicar, implicación,
implícito y empleo; suplicar, súplica, suplicio y suplicatorio;
replicar y réplica; simplificar, simple; duplicar, doble (doblar
tiene su propia ramificación: doblegar, doblete, dobladillo...);
triplicar, triple; multiplicar, múltiple y múltiplo... Y cuádruple
y quíntuple y séxtuple...
Uf, basta, que esto se está
complicando. Voy a mirar en el móvil una app, sí, el WhatsApp.