El problema fundamental de la vida es un problema ético.
¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano?
¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Hoy es el día más largo del año. Hoy
viviremos la noche más corta del año. Hoy es el día en el que
podremos disfrutar durante más tiempo de la luz, de la claridad, de
la alegría de poder ver. Sé que no a todos los ojos les sienta bien
la luz, incluidos, a veces, los míos, pero, a cambio, tenemos la
ocasión de darnos cuenta en la noche, en esta corta noche, de que
hay que vivir con intensidad, que la vida es breve y que hay que
aprovecharla a fondo hasta en sus mínimos detalles. En todo caso,
vivamos de tal manera, de día o de noche, que podamos decir, como
dice este tema de Coldplay, ¡Viva la vida!
No quiero ponerme pesado para no
cansarte. Lo que te he querido decir con tantas osadías es que creo
que la vida no es un plácido camino hacia cualquiera sabe dónde,
sino que es un constante reto, un continuo atrevimiento. Y ello
porque tenemos dos grandes inconvenientes contra los que hay que
luchar continuamente. Uno es todo eso que hay ahí fuera y que tantas
veces nos impide vivir la vida que uno quiere o la que debería
vivir. Otro es uno mismo, porque muchas veces nosotros mismos nos
ponemos impedimentos para vivir intensamente, humanamente. Está
claro que hay que vivir, pero en muchas ocasiones, para lograrlo, hay
que romper con moldes, con costumbres, con sinsentidos, con manías,
con ignorancias, con prejuicios, con comportamientos que nos alejan
de la vida.