Cada nuevo día debes tomártelo como
una provocación, porque, en realidad, lo es. Puedes rechazarla y
huir y refugiarte en la seguridad de la rutina, en la mortecina
repetición de lo de siempre. Pero puedes también aceptar el reto e
inventarte el día robándole algo nuevo a la existencia. Si quieres
tranquilidad, repite todo lo vivido, pero si lo que deseas es intensidad,
entonces, inventa, invéntate. Buenas noches.
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