Algunos de los artículos en los que nuestra colaboradora nos ha dejado sus reflexiones acerca de la Educación de las Mujeres, han roto todos los récords de lectura.
Ahora puedes encontrarlos todos juntos por si te perdiste alguno pulsando aquí.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Algunos de los artículos en los que nuestra colaboradora nos ha dejado sus reflexiones acerca de la Educación de las Mujeres, han roto todos los récords de lectura.
Ahora puedes encontrarlos todos juntos por si te perdiste alguno pulsando aquí.
Tal día como hoy de 2004 murió Czeslaw Milosz, autor de El valle del Issa.
Tienes más información aquí del autor.
Tal día como hoy de 1827 murió William Blake, autor de Antología poética.
Tienes más información aquí del autor.
En nuestro proceso de acercamiento y recuperación del trabajo aportado por nuestras personas colaboradoras a lo largo de nuestro trayecto hoy recibimos a la más joven: Paula Barba del Pozo.
Puedes ver sus artículos y una entrevista pulsando aquí.
Una de las actividades menos humanas entre las que practicamos los humanos me parece que es la de tragar. Me refiero a tragar lo que comemos sin masticarlo, dándoselo al estómago entero para que trabaje y sufra; y a tragar lo que oímos o leemos sin analizarlo, sin entender ni comprender lo que nos metemos en la mente; a tragar bulos, mentiras descaradas, patrañas desestabilizantes e inventos interesados sin comprobarlos, solo por el placer odioso de difundirlos para hacer daño a alguien; a tragar lo que dice la televisión, solo porque lo dice la televisión, igual que antes se tragaba lo que venía en la Biblia solo porque venía en la Biblia, como si fuera un libro de ciencia; a tragar lo que nos satisface, aunque sea un disparate o vaya en contra de la realidad, por el placer de encontrar algún placer; a tragar respuestas para que no se incendien las preguntas; a tragar infundios como si fueran dogmas y dogmas sin vislumbrar siquiera que puedan ser infundios; a tragar tequieros como si fueran eternos; a tragar consignas -todo vale, lo mejor es lo privado, etc.- sin comprender ni en qué consisten ni qué consecuencias tienen; a tragar costumbres sin saber a qué saben ni lo que pueden doler; a tragarlo todo para tener más, porque ya se ha tenido la oportunidad de tragar que tener es mucho más importante que ser. Si aprendiéramos a no tragar...