Tal día como hoy de 1888 nació Ramón Gómez de la Serna, autor de Greguerías.
Tienes más información aquí del autor y de la obra.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Uno de los elementos que más define la ideología tanto de la ultraderecha como de la derecha ultra que la encarama al poder es la negación de la violencia de género. Dicen que la violencia de género no existe.
Es un concepto, el de la violencia de género, muy claro, pero que se sale del estilo propagandístico de las derechas: máxima simplicidad en las palabras, da igual que sean verdaderas o falsas.
Se entiende por violencia de género cualquier violencia, sea física, psíquica, económica o de cualquier otro tipo, que ejercen los hombres contra las mujeres, en virtud de que se creen superiores a ellas y de que pueden, por tanto, exigirles obediencia y disponer de su voluntad, de su tiempo, de sus cuerpos y hasta de sus vidas.
La violencia de género sobrepasa el ámbito familiar o sentimental, a pesar de que en alguna ley española, que fue consensuada en su día con la derecha para lograr su apoyo, se circunscribiera a quienes tuvieran o hubieran tenido relaciones sentimentales.
Un hombre que ejerza algún tipo de violencia sobre una de sus empleadas, por ser mujer, está practicando violencia de género, lo mismo que el hombre que se cree con derecho a incomodar o insultar a una mujer que pasa por la calle. En estos casos no hay ni familia ni relación sentimental, pero sí hay violencia de género, porque estos hombres se consideran superiores y con derecho a discriminar o maltratar a las mujeres.
Parece que la idea que quieren transmitir las derechas es la de que sí existe violencia, pero que no es de género, que hay violencia de hombres contra mujeres, pero también de mujeres contra hombres. No hay por qué diferenciarlas. Esta es la trampa, porque la violencia de género se refiere a la que ejercen los hombres sobre las mujeres porque se creen superiores y con poder para violentarlas. Ninguna mujer violenta a un hombre porque se crea superior a él. Lo que no quieren admitir es que hay un machismo y una mentalidad discriminatoria, de la que participan ellos, que les permite tratar a las mujeres violentamente. A eso no quieren renunciar: necesitan el privilegio de seguir siendo machistas, porque no saben vivir sin privilegios ni sin sentirse superiores a las mujeres. Y la manera que encuentran para tapar esta realidad es quitarle los importantes matices, diluir la verdadera realidad y englobarlo todo, diciendo que todo es violencia. Claro, pero no es lo mismo una violencia que otra.
Si yo fuera mujer tendría mucho cuidado en no caer en esta trampa, porque me podría ir en ello mi bienestar e, incluso mi vida. Cuanto más lejos esté un machista y menos poder tenga, mejor.
Cualquier persona que esté interesada en la normativa sobre violencia de género puede consultar esta página del Ministerio de Presidencia https://violenciagenero.igualdad.gob.es/marcoNormativo/home.htm y especialmente el Código de Violencia de género y Doméstica https://violenciagenero.igualdad.gob.es/marcoNormativo/home.htm .
Paseo por Madrid. Por diversos motivos, por Sol y por el barrio de Salamanca. Con este calorazo no hay quien pase por Sol, así que vamos por los alrededores con sombra. Esta ciudad ya no es lo que era. Es una ciudad fea, sucia y sin encanto. Creo que cualquiera puede sacar la conclusión de que los ciudadanos les importamos un comino a los gobernantes. Prohibiciones, suciedad y policía. Había conciertos para conmemorar las fiestas del Orgullo. Por lo visto no hay personas más peligrosas que los LGTBIQ+. Nunca vi tantísima policía junto a un concierto en el centro de la ciudad. La taxista decía que nadie cumple las normas: ni los conductores ni los motoristas ni los ciclistas ni los de los patinetes, que cada uno hace lo que le da la gana. Pienso que, sin embargo, la policía va a donde están los LGTBIQ+. La ciudad está sucia, muy sucia. Parece que hace mucho que no pasan a recoger la basura de las papeleras. Es degradante. Entramos en un bar. Antes era un bar pijo, cuando los pijos tenían algo de cultura, pedían la vez en la puerta y cumplían algunas normas sociales. Ahora los pijos se han adocenado. No piden el turno en la puerta. Entran y se aposentan en donde les da la gana. Los tienen que echar porque hay reservas, pero se van como ofendidos. Hablan a gritos. Recuerdo sucesos vividos en este bar que daban para un relato interesante. Había golfos ricos, pero tenían una cierta clase. Ahora hay individualistas que buscan instalarse para resolver el problema de SU hambre, de SU sed, de SU ligue o de SUS historias. Pero resolverlo como sea, que les da igual. La cocina del bar también se ha vulgarizado y ha perdido el antiguo encanto. Esto ya no es lo que era. El tiempo corre que vuela, pero ahora lo hace hacia algún lugar en el que no hay nada apetecible. El paisanaje está perdido. El paisaje está nublado. El país vegeta. Hace falta un milagro.
Tal día como hoy de 1931 nació Jorge Edwards, autor de La muerte de Montaigne.
Tienes más información aquí del autor.
En el Día del Orgullo LGTBIQ+ declaro que soy heterosexual, homosexual, bisexual, gay, lesbiana, transexual, alosexual, asexual, intersexual, grisexual, demisexual, androsexual, no binario, ginosexual, escoliosexual, genderqueer, monosexual, omnisexual, pansexual, plurisexual, polisexual y heteroflexible. Tienes más información en MasticadoresFEM, Atracción sexual.