Atrévete a no creerte más importante que nadie.
En cuanto a derechos, todos somos iguales.
Y en cuanto a la valía
personal, estoy seguro de que nos llevaríamos más de una sorpresa
si conociéramos bien a algunas personas a las que despreciamos y, también, a
algunas otras que van de dioses de carne y hueso.
Buenos días.