Nacemos como unos perfectos inútiles,
pero poco a poco vamos intentando conseguir un rumbo, un cierto
estilo en la vida y unos ideales que hacer reales. Nos levantamos
cada día igual que cuando nacemos. Rutinas y obligaciones aparte,
tenemos que inventarnos el día para que el día salga vivo y para
que cuando llegue la noche podemos sentir la satisfacción y el gusto
por vivir. Que haya suerte. Buenos días.
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