Cada día da un paso adelante. Con una
puntualidad sobrecogedora llega, hace su trabajo y vuelve sin remedio
al día siguiente. Así un día tras otro. Nos visita a todos. Hay
quienes dicen que no la notan, quienes creen que a sus vidas no
acude, pero viene siempre. Tiene su lado positivo porque te ayuda a
ser, a llenar cada día de vida, pero también su dimensión trágica,
negativa, destructora, porque cada día de más es un día de menos.
Yo, cada día que pasa tengo más ganas de vivir, pero también temo
más que se note su presencia, sus efectos. Buenas noches.
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