Tal día como hoy de 1936 fue asesinado Miguel de Unamuno, autor de Niebla.
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El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Con una trayectoria personal y profesional impresionante en el ámbito de la cultura, Mercedes G. Rojo, astorgana de nacimiento y Diplomada en Magisterio, posee un nutrido listado de publicaciones, en las que destacan las dirigidas al público más joven, en una labor educativa y divulgativa que sigue desarrollando a través de historias fantásticas siempre apoyadas en la tradición e historia leonesa, como La leyenda del gato maragato, La historia secreta de Pedro Mato, Noche de Halloween Noche de difuntos ¡¡uy, que miedo!!o el reciente Poemas para días de sol y lluvia...
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No somos seres aislados, individualistas, interesados, egoístas. Somos seres humanos que nos relacionamos con seres humanos, que necesitamos de los demás seres humanos para vivir, que no podemos quedarnos tranquilos y en paz mientras haya seres humanos que sufren y mueren en guerras, en hambrunas, en migraciones, en violencias absurdas o en crueles persecuciones.
La felicidad es una vivencia individual, pero que tiene una base colectiva que la produce. Un egoísta “dice” que es feliz cuando tiene cosas y disfruta de cosas y su egoísmo se satisface, pero eso no es felicidad: eso es estar satisfecho con el bolsillo y el estómago llenos.
Un ser humano consciente de su humanidad no puede ser feliz mientras haya seres humanos que no pueden ni ser.
Comprendo los deseos de felicidad y las felicitaciones, pero yo solo puedo desear que la maldad que ensombrece el mundo no nos nuble la mirada y nos arrastre hacia ningún lugar de degradación. Que podamos y sepamos sobrellevar la situación. Te puedo desear mucha calma, que puedas oler la felicidad haciendo felices a los que habitan tu pequeño mundo. También te puedo desear que en este año 2024 hagas lo posible por cambiar el mundo, por poner tu granito de arena, por no olvidarte de que hay demasiados seres humanos a los que la felicidad les cae demasiado lejos de sus vidas, y que puedas llevar los días con la suficiente sabiduría como para que la vida no te sea demasiado amarga. Vive y haz lo posible para que vivan todos.
Tal día como hoy de 1895 nació José Bergamín, autor de Poesías casi completas.
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Las representaciones más abundantes son las referidas a la advocación de la Virgen del Camino. No me referiré a las mismas pues necesitarían un estudio individual aunque sí lo haré con las referidas a otra más concreta y escasa: la Virgen Peregrina, que podemos encontrar en el Camino, a partir de Roncesvalles...
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Desde hace tiempo la igualdad es como una flor que quiere abrir sus pétalos en mi mente como reflejo de lo que observo en el mundo, pero a la que le resulta difícil hacerlo. Este mundo en el que estamos no me parece tan bueno como para pensar que es la obra de unos seres sabios, generosos, que hayan aplicado grandes valores en su construcción y de quienes pueda esperarse una mejora paulatina y constante. Al contrario, lo que me salta a la vista es, más bien, una degradación creciente, una pérdida de valores humanos, un predominio del dinero como único criterio de actuación y, lo que más me duele, un trato cada vez peor a los que los poderes económicos y sus súbditos consideran diferentes: los pobres, los emigrantes, los enfermos, los mayores, los niños y las mujeres. Si algo crece en este mundo es la desigualdad, las desigualdades.
En el momento en el que escribo estas líneas, las mujeres constituyen el 49,5 % de la población mundial, pero a buena parte de ellas, el 50,5 % restante, en el que sobresale una ideología patriarcal y machista, las maltrata, las relega a puestos secundarios, oculta sus virtudes, las explota y, si lo considera necesario, las asesina.
Podría escribir de lo mal que está todo, incluso de lo peor que parece que va a estar, pero eso sería seguramente caer en el nefasto campo de lo abstracto, en donde priman los conceptos vacíos puestos al servicio de una ideología interesada. Yo prefiero referirme a asuntos concretos, en donde el cuerpo, la mente, las circunstancias vitales y las consecuencias de los actos sean el objetivo de las palabras.
Por eso escribo y voy a escribir sobre las mujeres, porque me parece el colectivo más amplio, más sufriente y más necesitado de ayuda de todos los existentes. Quiero hablar de lo que les pasa, de por qué les pasa y de lo que debería ocurrir para que no les pasara. Quiero ayudar a conocer la vida concreta de las mujeres para valorarlas, no solo a los ojos de las propias mujeres, sino también de los hombres machistas.
El marco de la acción en este campo debe ser el de la educación. Para mejorar sus vidas hay que educar a las mujeres, haciéndolas conscientes de su valor como seres humanos, como personas, de sus derechos, de sus capacidades no inferiores a las de nadie, de sus oportunidades y de la igualdad que deben entender y practicar en sus vidas cotidianas. Pero también hay que educar a los hombres en el respeto a las mujeres, en el rechazo de las injusticias interesadas generadas por el machismo, en la necesidad de hacer de la igualdad de derechos y de oportunidades el gran valor en sus relaciones con ellas.
El gran reto del mundo actual, del que me parece que pocos son conscientes, es que se necesita la creación de un ser humano nuevo, que sea consciente de lo que significa su humanidad, que sitúe los valores constructivos, como el respeto, la igualdad, la libertad y la solidaridad en el centro de sus mentes y de sus acciones, y que rechacen la tosquedad y la brutalidad que resultan de poner el dinero como único objetivo a conseguir por el medio que sea.
Para poner un granito de arena en este intento, me parece que lo mejor es colaborar en que las mujeres tomen conciencia de lo que les pasa y de lo que tienen en sus manos, de lo que pueden llegar a ser -todo- y de todo lo que el machismo ha ocultado para que la mujer siga creyendo que es un ser dependiente, subalterno e inferior.
Es bien conocida la eterna relación entre las mujeres y los venenos. Estas, a falta de un poder mayor sobre las armas o los ejércitos, ejercían sus diabólicas influencias por medio de herramientas mucho más sutiles: los venenos, elaborados a partir de su gran conocimiento de las plantas, usualmente trasmitido de forma oral entre las féminas. Sobre esto hay casos famosos, más allá de lo que cuentan las malas lenguas sobre personajes tan conocidos como...
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