Tengo una mala nariz, ya me lo dijo una vez un médico. Para respirar medianamente bien necesito un aerosol, que no siempre produce el efecto buscado. Pero con lo que peor respiro es con la mente. Hay veces que busco oxígeno mental para sobrevivir, y lo que encuentro unas veces vale y otras, no. Hay demasiadas cosas irrespirables en este mundo o, dicho con más propiedad, en este lugar. Desde que murió la ética casi todo es gordo, duro, basto, correoso, decepcionante, poco apetecible y vacío. No me quiero acostumbrar a huir, y sé que eso se hace creando, pero para ello necesito oxígeno mental. Vivir es buscar.
