El mundo no suele ir a la velocidad a
la que vas tú.
Puede que seas lento o rápido, pero los demás
tienen derecho a ir como puedan o como les deje la vida.
No esperes
la respuesta veloz de nadie.
Deja vivir a cada cual a su ritmo.
Quizá
deberías bajar el tuyo.
La vida de cada uno tiene su complejidad y
no tienes por qué ser tú quien la dirija.
Ten paciencia.
Todo
llegará.
Buenas noches.