El problema fundamental de la vida es un problema ético.
¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano?
¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Si el hombre no tuviera racionalidad
-esa mezcla tan compleja de conocimiento, ética, emociones y
juicios- no sería un ser humano. Tampoco parece que lo sea cuando,
teniéndola, no la usa.
Las adversidades, cuando se las ve venir y tienen solución, suelen ser algo molestas, pero no insalvables. Es importante que el ánimo no decaiga y que sepamos mantener la mirada optimista para poder superarlas. Las que no tienen solución no se las suele ver venir, por lo que es mejor no pensar en ellas. Y nunca hay que perder la alegría.
Me encuentro, a veces, con adultos que
no han sabido racionalizar su espontaneidad. Especialmente no saben
ver las consecuencias de sus ocurrencias, por lo que aparecen en un
degradado estado de inmadurez y de infantilismo que resultan molestos
y ridículos.