En principio, es más probable que un rico esté
corrupto que lo esté un pobre. Lo mismo ocurre con un poderoso
respecto de alguien que no posee poder. Que haya personas que, por encima de todo, quieran
enriquecerse a toda costa y de cualquier manera es una desviación
humana muy lamentable que hay que perseguir y anular. Lo que me
preocupa es la situación actual, en la que la corrupción surge en
un número tan elevado de personas que parece que en determinados
ámbitos es difícil que se salve alguien. Y me preocupa más que la
corrupción llegue a afectar a estructuras importantes del país; que, además de las personas, los órganos que tienen algún poder en
el país estén corruptos. Y lo que más me preocupa de todo es que
ese modelo de vida corrupta se extienda como una mancha de aceite
entre los ciudadanos, que la corrupción se vea como lo normal, que
llegue a haber grandes grupos de personas que no sospechen otro modelo de vida
que el de la corrupción. La corrupción embrutece hasta límites
insospechados y puede llegar a cotas de crueldad impensables. Creo que vamos por ese camino a gran velocidad. Si no
reaccionamos pronto, lo que está en peligro es nuestra tranquilidad,
nuestra seguridad, nuestra dignidad y nuestra propia vida. La de todos.
Buenas
tardes.