Cada día más pobre. Cada día más
embrutecido. Cada día con menos esperanza. Cada día usando más el
'a pesar de'. Cada día más exiliado. Cada día más en contra. Cada
día más solo. Cada día más cerca de los que aceptan mi cercanía.
Cada día estando menos de acuerdo. Cada día con nuevos motivos para
protestar. Cada día más de la mano. Pero cada día con más ganas
de vivir. Buenos días.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
martes, 11 de junio de 2013
El calendario de Bautista. 11/ 6/ 2013. Nuria Espert
lunes, 10 de junio de 2013
Buenas noches. Sensibilidad 2
Una manera eficaz de adquirir y de
mantener un buen nivel de sensibilidad es la de adoptar la costumbre
de ponerse en el lugar del otro, lo que se denomina tener empatía.
Digo acostumbrarse porque mucho de lo que somos se debe a nuestras
costumbres y porque por hacer algo una vez no podemos afirmar que eso
pertenezca a nuestra forma de ser. Poniéndonos en el lugar del otro,
podremos anticipar cómo se podrá sentir la otra persona cuando
hagamos lo que queremos hacer, lo cual debe ser un criterio a tener
en cuenta para decidir nuestra acción.
Además de esta empatía, creo que
convendría que nos preguntáramos qué pasaría si todos quisieran
hacer lo mismo que nosotros queremos hacer. Por ejemplo, ayer bajaba
yo andando por la acera de la Cuesta de San Vicente, en Madrid, la
que va desde la Plaza de España a la estación de Príncipe Pío. Al
mismo tiempo lo hacían cuatro ciclistas, también por la acera y a
la velocidad que la gravedad les empujaba a hacerlo, o sea, a toda
pastilla. Si yo me hubiese desviado un poco de mi trayectoria recta
de bajada, me hubiesen atropellado. Ni siquiera iban en fila, sino
por donde sus veloces neuronas les indicaban, es decir, por donde les
daba la gana. No hacían ningún ruido, con lo que no se les oía.
Simplemente, mirabas hacia la acera de enfrente y te salía de detrás
un individuo montado en un velocípedo que daba la impresión de que
tenía prisa por llegar a su ansiado destino. La pregunta es ¿qué
le pasaría a un peatón si a todos los demás les diera por bajar en
bicicleta a toda velocidad por la acera de la Cuesta de San Vicente?
¿Sobreviviría?
La conclusión me parece clara. Si lo
que yo quiero hacer no lo deberían poder hacer todos los demás,
entonces yo no debo hacerlo.
Creo que pensar en estas cosas y con
estos criterios nos hace más cuidadosos y más sensibles.
Lo que sí podemos hacer todos es
querernos. No dejes pasar esta noche sin derrochar cariño. La nube
se está formando ya. Buenas noches.
Buenos días. Sal ahí fuera
No busques demasiado dentro de ti. La
vida está ahí fuera. Lo que haya dentro de ti, sea bueno o malo,
sácalo, ventílalo, escríbelo, olvídalo, o, por lo menos,
compártelo. El alimento para la vida está ahí fuera. Son las demás
personas, sus problemas, sus ilusiones, sus dificultades... eso es lo
que te puede llenar la vida. A todos nos ha ido mal la vida en algún
sentido, pero la vida de verdad es la que queda por construir, es el
hoy que hay que llenar con alegría, con generosidad, ¡con
generosidad!, con olvido de uno mismo y con preocupación por lo que
haya ahí fuera. Vivir es relacionarse. No te malgastes por no
relacionarte. Sal de ti. Olvídate de ti. Vacíate de ti. Llénate
con lo que haya ahí fuera. Quiérete mucho para que puedas querer
mucho a los demás. Buenos días.
El calendario de Bautista. 10/ 6/ 2013. Sigrid Undset
domingo, 9 de junio de 2013
Buenas noches. Sensibilidad 1
Tener buenos sentimientos y expresarlos
es bueno, sano y muy humano. Pero creo que no podemos quedarnos sólo
en los sentimientos. Eso es lo que quiere el poder que oprime.
Además, tenemos que pensar. Esto es lo que no quiere el poder que
oprime. Y para pensar, lo primero que hay que hacer es cuidar,
cultivar nuestra sensibilidad. Sin sensibilidad, sin que notemos lo
que pasa a nuestro alrededor, lo que hay y lo que nos pasa, ni
podemos pensar ni podemos hacer otra cosa más que tragar con lo que
quiera el poder que oprime.
Para cuidar nuestra sensibilidad creo
que hay que empezar teniendo mucho cuidado con las grandes palabras.
Son muy tramposas. Por ejemplo, hay quien habla de libertad, de la
importancia de la libertad y de la necesidad de la libertad. Luego,
vas por la calle, y en nombre de la libertad, el primer zopenco que
aparece te pone los pies en el asiento del bus, te molesta de
múltiples manera, te hace una pintada debajo de tu ventana, lanza un
eructo o se mea en una maceta. ¿Para qué sirve esa libertad? Para
dormirnos, para llenarnos el cerebro de arena, para cegar nuestros
ojos. Si queremos analizar lo que ocurre, tenemos que ir a lo
concreto. No a la libertad, sí a las libertades. Eso ya le
duele al poder opresor. Si miramos cómo está, no 'la' libertad,
sino la libertad de expresión, la libertad de hacer con tu cuerpo lo
que quieras, la libertad real de elección de una educación para los
hijos, la libertad de las mujeres, la libertad cultural, la libertad
artística, etc., entonces nos vamos haciendo sensibles a lo que
ocurre y vamos tomando conciencia de lo que en realidad -y no sólo
en palabras- ocurre.
Descansa bien esta noche, porque mañana
deberíamos ponernos a sensibilizarnos, una libertad que no nos
pueden quitar -espero- es la de crear nubes de cariño que nos
reconforten y nos saquen de dentro una sonrisa de paz. Buenas noches.
Elegancia /8
La persona elegante realiza las
actividades que puedan afectar a los órganos sensoriales de los que
están a su alrededor (como, por ejemplo, comer) en los lugares
adecuados para tales fines.
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