Hay quien no ve porque no tiene vista.
Hay quien no ve porque no mira.
Hay quien no ve porque no quiere mirar.
Hay quien no ve porque no sabe mirar.
Hay quien no ve porque, aunque mire, tiene ya en los ojos la imagen que quiere tener de aquello que está mirando.
Hay quien no ve porque sus creencias le impiden ver ciertas cosas.
Hay quien no ve porque siempre está rodeado de demasiada luz.
Hay quien no ve porque suele estar a oscuras.
Hay quien no ve porque sólo se mira a sí mismo.
Hay quien no ve porque no le gusta nada de lo que hay.
Hay quien no ve porque no entiende nada.
Hay quien no ve porque no tiene criterio propio.
Hay quien no ve porque siempre está demasiado lejos.
Hay quien no ve porque está demasiado cerca.
Hay quien no ve porque tiene delante el árbol.
Hay quien no ve porque le gusta ir con gafas de sol cuando es de noche.
Hay quien no ve porque mira con los ojos cerrados.
Y hay quien ve, a pesar de ser ciego.