Intento recibir con cariño, tratar con
cariño y despedir con cariño. Es posible que a veces me equivoque,
pero esa es mi intención. Me parece la manera más humana de tratar
a las personas. No te pido que lo hagas tú, pero me atrevo a
sugerirte que lo pienses. Buenos días.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
jueves, 31 de octubre de 2013
miércoles, 30 de octubre de 2013
Buenas noches. La cultura del tacto
Me decía no hace mucho aquí mi amiga
María Dolores que cada vez se le tiene más miedo a la cultura del
tacto. Creo que en bastantes casos es así. No siempre estamos
dispuestos a aceptar con naturalidad que nos toquen voluntariamente,
que nos tomen la mano, que nos la pongan en el hombro, que nos
agarren del brazo para caminar, que nos besen. Mucho menos que nos
acaricien la mejilla o que nos den un abrazo. Y, sin embargo, el
tacto -sentido que se localiza en la piel de los humanos- es
imprescindible para vivir, mucho más importante que todos los demás
sentidos. A través del 'tacto' nos ponemos en 'contacto' con las
demás personas y, en general, con todos los seres de la naturaleza.
Me da la impresión que el tacto en
muchas ocasiones no se pone en práctica, precisamente por el miedo
al contacto físico, cosa que puede que sea consecuencia de un cierto
miedo al contacto humano. Es posible que la cercanía de algunas
personas incomode a otras y traten de evitar esa situación rehuyendo
el contacto físico. Quizás ciertas experiencias negativas o ciertos
prejuicios colaboren también a alejarse del tacto y del contacto.
Las religiones, una vez más, se han encargado de fomentar todos
estos prejuicios negativos.
A mí me parece que habría que hacer
el esfuerzo por limpiarnos la mente de prejuicios y por convencernos
de que la vida es básicamente un conjunto de relaciones. Somos la
consecuencia de un sistema de relaciones con todo lo que nos rodea y
esas relaciones, en muchas ocasiones, se materializan, se profundizan
y se incrementan con el contacto físico. No creo que, en principio,
deba haber nada malo en besar, abrazar o tocar a una persona.
Eliminar de la vida estas experiencias es renunciar a sentir el
cariño, la cercanía o la amistad de una manera clara y potente.
Huir del contacto físico es vivir peor.
Da gusto cuando te encuentras a
personas que no solo no rehuyen el contacto, sino que lo practican
con una naturalidad digna de valorarse. Por poner un ejemplo, diré
que no hace mucho me dieron uno de los besos más sinceros y
espectaculares que yo recuerde. Estaba yo en la barra de un bar muy
concurrido en el que conozco a su encargada, una mujer vital,
expresiva, trabajadora y cariñosa como ella sola. Tenía un trabajo
enorme yendo de un lado para otro cargada de platos y bandejas.
Cuando me vio y pasó por mi lado, iba a gran velocidad con ambas
manos ocupadas. A mí cada uno me llama como le da la gana y hace
bien. Ella me llama Manu. Al llegar a donde yo estaba, me dijo 'Hola,
Manu'. Podría haber bastado eso como saludo, pero me soltó un
besazo enorme en la manga de la camisa, porque su tiempo no le daba
para más, el espacio era escaso, su estatura es baja y sus ganas de
cercanía y de expresar sus sentimientos le impulsaron a hacer lo que
en esos momentos podía. Me llegó muy adentro ese beso.
Está claro que tu vida es cosa tuya y
tu forma de relacionarte también. A mí me gustaría saber tu
opinión sobre este asunto porque en él está en juego nuestra forma
de vida. Buenas noches.
Buenos días. Los sentidos
Hay veces en las que nariz ve, los ojos
hablan, la boca oye, los oídos huelen y la piel lo siente todo a la
vez. Si te parece que estoy diciendo un disparate, libera un poco tu
mente, échale un poquito de imaginación y lo comprobarás. Buenos
días.
Buenas noches. Sobre el ojo del culo
Puse aquí días pasados una noticia
sobre una exposición que se había celebrado en la Fundación
Serralves, de Oporto, en 2006, en la que se mostraban varias
fotografías de anos, con el título de 'El ojo del culo'.
Se generó enseguida una breve
discusión sobre si la muestra, por su contenido, podía considerarse
como arte o no. En mi opinión, creo que no se puede mantener hoy esa
visión del arte como algo asociado exclusivamente a la belleza, sea
esta lo que sea, sino como un vehículo de expresión y de
comunicación en el que cabe cualquier tema que el artista quiera
presentar, sea bello o no.
Pero me gustaría fijarme en que
algunas personas rechazaban el carácter artístico de las obras
porque lo que aparecía en ellas era una parte del cuerpo humano que
consideraban poco presentable, en este caso, el ojo del culo. A mí,
por el contrario, me gusta defender una idea más natural y más
integral del cuerpo humano. Todo el cuerpo me parece que es bueno.
Todo él es presentable y no debemos condenarlo ni a él ni a ninguna
de sus partes.
¿Por qué se nos inculca, en general,
la idea de pudor o de que hay partes del cuerpo que tienen menos
categoría que otras o que no se deben mostrar? Observo que hay
ciertas concepciones del poder, poco dadas a promover las libertades
de los ciudadanos, que saben bien que la mejor manera de crear seres
sumisos y obedientes es inculcarles normas y prohibiciones que
impidan el gozo y el placer de vivir con naturalidad. Es como si
tuvieran mucho interés en acostumbrarnos a que no seamos libres y la
mejor manera de hacerlo es comenzar por nuestro propio cuerpo. Todo
lo que somos como personas tiene su asentamiento en nuestro cuerpo,
pero si en el cuerpo instalamos zonas negativas, prohibiciones,
vergüenzas y ocultamientos, nuestra vida se resentirá. Si no
podemos ser dueños de todo nuestro cuerpo, tampoco lo seremos de
nuestra vida, que se la entregaremos, en proporción a nuestras
renuncias, a quienes generan esas normas y esas prohibiciones. A
través del miedo y de ese invento tan curioso que es el pudor, que
se instalan en nuestras mentes mediante la educación y las prácticas
sociales, vamos entregando el dominio de nuestros cuerpos a quienes
son capaces de presentarse como sus hipotéticos dueños, sin que
reaccionemos a tiempo ni reivindiquemos nuestra propiedad sobre él.
Es así como las religiones se han ido
adueñando del cuerpo y del sexo. Nuestras zonas sexuales parece que
hay que ocultarlas, sin que se sepa muy bien cuál es la razón
concreta que lo justifique. Los pechos femeninos -no los masculinos-
tampoco quieren que se muestren. Determinados poderes patriarcales se
consideran dueños del cuerpo de las mujeres y prohiben o controlan
el aborto hasta los límites que el pueblo les deja. El pelo de las
mujeres es también frecuentemente objeto de atención religiosa y
obliga en ciertas ocasiones a que sea cubierto con velos. Los
fundamentalismos más machistas intentan prohibir que se muestre
cualquier parte del cuerpo de la mujer, llegando, por ejemplo en
Afganistan, a condenar a recibir azotes las mujeres que enseñen los
tobillos.
En esta dinámica, el ojo del culo
sufre también su opresión prohibitiva porque a través de él los
malolientes excrementos salen al mundo. No deja de ser curioso que,
por ejemplo, por la boca de un ministro puedan salir las mayores
maldades imaginables y, sin embargo, nadie prohibe su exhibición,
pero el ojo del culo, aunque esté limpio y reluciente, está
condenado a permanecer oculto. ¿Por qué?
Me parece muy importante revisar
nuestra noción de pudor e intentar justificarla racionalmente. Yo no
alcanzo a ver ninguna justificación admisible y creo que habría que
acostumbrarse a renunciar a esta noción de pudor, pero cada cual
tiene sus propias vivencias e ideas. Y también creo que sería bueno
tener una concepción más natural, fresca y generosa de nuestro
propio cuerpo, sin admitir ninguna prohibición injustificable sobre
él. Todo el cuerpo es bueno. Es la mirada sobre él la que puede que
haya que limpiar. Buenas noches.
martes, 29 de octubre de 2013
Buenos días. Cuidar
Yo te cuido.
Tú me cuidas.
Él se descuida.
Nosotros te cuidamos.
Vosotros me cuidáis.
Ellos no nos cuidan.
¿Se conjuga así el verbo cuidar?
Buenos días.
Buenas noches. Cultívate
No te abandones. Tienes que cultivarte.
El gran mandato oculto de la vida es: ¡aprende! No nos podemos parar
en ningún momento. No somos nada ni nadie, sino que vamos siendo a
cada momento. Vamos siendo más o vamos siendo menos, dependiendo de
cuál sea nuestra actitud. El único camino para crecer, para ser
más, es el del aprendizaje. Aprender quiere decir que hay que dejar
abierta la puerta de la mente y ponerse a leer, a preguntar, a
estudiar, a hacer cosas, a salir fuera, que es donde está lo que no
somos, a criticar, a analizar, a buscar, a cuidar nuestra
sensibilidad a través de las artes, y a interiorizar todo lo que
obtengamos con estos procedimientos. Sólo se ama lo que se conoce y
hay que conocer todo lo que se pueda. No te abandones. Quiérete más,
porque así serás más. Cuanto más te quieras tú, más y mejor nos
podrás querer a los demás. Cultívate, que el jardín te necesita.
Buenas noches.
Más Religión. Más disparate.
El presidente en funciones del
Gobierno, el Sr. Rouco Varela, le ha leído la cartilla, al parecer,
otra vez a monseñor Wert y le ha dicho que como no ponga la Religión
en el Bachillerato para que los chicos se atonten aún más, se va a
condenar y, además, no van a votar al PP ni los curas ni las monjas
ni la mayoría de los contribuyentes católicos. Monseñor Wert se ha
apresurado a acatar las órdenes y se dispone a perpetrar en el
senado el mayor disparate pedagógico de la historia reciente de
España. El obispo Rajoy permanece mientras tanto callado, al igual que
el pueblo fiel.
lunes, 28 de octubre de 2013
Buenos días. Relaciones
Tú no eres tú. Tú eres una parte de
muchos nosotros. No te sientas en soledad, porque es imposible que te
imagines siquiera así. Tú eres un cúmulo inmenso de relaciones que
forman, en conjunto, tu vida. Sin esas relaciones caerías en breve
tiempo. Cuida esas relaciones. Cuídanos y te cuidarás. Buenos días.
Buenas noches. Dos vicios
Hay dos vicios muy peligrosos para
nuestros pensamientos y para nuestros actos.
Uno, el de generalizar. Consiste
en pasar de unas pocas experiencias similares sobre un asunto,
a la afirmación de que todas las experiencias posibles
sobre ese mismo asunto son también similares. Por ejemplo, tenemos
un par de experiencias frustrantes con mujeres (o con hombres) y de
ahí pasamos a afirmar que todas las mujeres son iguales (o
que todos los hombres lo son). O, por poner otro ejemplo, conocemos a
un tipo muy gracioso, que es andaluz, y de ahí concluimos que
todos los andaluces son graciosos. Como si los conociéramos a
todos, que diría Russell. La generalización es una maniobra
estúpida que nos impide ver la realidad con objetividad y que es
injusta con las personas que no conocemos, pero a las que les
colocamos una etiqueta que muy posiblemente será injusta con ellas.
El otro vicio igualmente peligroso es
el de la simplificación. Formalmente es muy parecida a la
anterior. Cualquier realidad, por pequeña que sea, suele ser
bastante compleja porque en ella suelen intervenir un buen número de
elementos. Sin embargo, hay mentes que no son capaces de soportar tal
complejidad, porque ésta les supera y lo que quieren es poder
dominar lo que ocurre en su mundo. Lo que hacen entonces es eliminar
la complejidad y reducir la realidad a alguno de sus elementos más
llamativos. Por ejemplo, el fenómeno del fracaso escolar tiene
multitud de ingredientes: el ambiente en el que se desarrolla la vida
del alumno, si éste ha sido iniciado en la lectura o en el gusto por
el saber, la actitud de los padres, si tiene el alumno un lugar
tranquilo y silencioso en donde estudiar, las salidas que le ve al
estudio, la calidad de los profesores que tiene, los problemas que
puede estar viviendo en su desarrollo personal, su salud, las
características de la escuela a donde asista, el tipo de amistades,
la organización de su vida, sus preocupaciones, el plan de estudios
que le han impuesto, etc. etc. Estudiar bien el fracaso escolar
supone analizar todos estos factores y más que no hemos citado, pero
esto es un trabajo difícil. Es mucho más fácil decir que todo se
debe a que los alumnos no estudian y terminar con ello la cuestión.
Con ello, además de echarle la responsabilidad al elemento más
débil -cosa que suelen hacer los que practican esta maniobra-,
resulta que no nos hemos enterado de en qué consiste, en realidad,
el fracaso escolar.
Estas dos maniobras tan perniciosas
abundan mucho en la sociedad y tendríamos que estar en guardia para
no caer en ellas. Buenas noches.
domingo, 27 de octubre de 2013
Buenos días. El Sol
He abierto la ventana, después de no
sé cuántas horas durmiendo, y he visto un Sol brillante,
espléndido, maravilloso. Me ha parecido que hoy el Sol cumplía su
función con ganas, con entusiasmo, con el deseo de hacerlo bien.
Cuando yo veo algo o a alguien que hace lo que sea con ganas, me lo
tomo como una invitación a salir de mí, a andar por el mundo con
alegría, incluso a saltar y a brincar por unos imaginarios campos de
amapolas o a flotar por los aires con una sonrisa instalada en el
rostro. Te invito a que te dejes llevar hoy por el Sol, en el caso de
que en tu paisaje haya aparecido tan bien como en el mío. Si no es
así, a ver si he tenido suerte y te he podido transmitir bien mi
sensación. Que tengas un buen día.
Buenas noches. Comunicarnos
Hay veces que necesitamos que nos
besen, que nos abracen, que nos digan que nos quieren y que podemos
contar con el amigo o con la amiga que están a nuestra sombra. Hay
veces en las que saber que alguien piensa en nosotros nos reconforta,
nos tranquiliza y nos hace recobrar la humanidad. Creo que deberíamos
comunicarnos más los sentimientos, no sólo porque es bueno sacarlos
fuera, sino porque a los amigos y a las amigas les pueden sentar como
lluvia caída del cielo en plena sequía. Para algo natural que
tenemos, deberíamos practicarlo más. Buenas noches.
sábado, 26 de octubre de 2013
Buenos días. Inventar el día
Nacemos como unos perfectos inútiles,
pero poco a poco vamos intentando conseguir un rumbo, un cierto
estilo en la vida y unos ideales que hacer reales. Nos levantamos
cada día igual que cuando nacemos. Rutinas y obligaciones aparte,
tenemos que inventarnos el día para que el día salga vivo y para
que cuando llegue la noche podemos sentir la satisfacción y el gusto
por vivir. Que haya suerte. Buenos días.
Buenas noches. El amor es también racional
Estoy enamorado. Sé que estoy
enamorado de ella. Pienso a cada momento en ella y lo hago con una
sonrisa instalada en el corazón. Tiene el cuerpo soñado en todas
mis fantasías. Su voz no me parece de este mundo. Sus manos rebosan
dulzura. Su boca sonríe como nadie ha sonreído jamás. Su mirada me
atraviesa y me secuestra y me desarma. Ella me puede y yo me dejo
vencer como si con ello la ganara. No pienso en mí, sino en ella. No
vivo yo, sino que ella vive en mí.
La quiero. La quiero y la quiero
querer. Lo que me planteo es cómo quererla. Sé que esto que me pasa
ahora, este desbordamiento que sufro en todo mi ser, se atemperará y
pasará a ser una emoción continua y contenida que me volverá a
dejar vivir, pero entonces quiero saber qué hacer para no perderla,
para seguir queriéndola, para no decepcionarla.
Sólo conozco dos maneras de quererla.
Una, la manera tradicional, la forma machista de siempre, tenerla a
mi servicio, procurar que me obedezca, que me dé placer, que ponga
su vida a mi disposición y que viva para mí, pero eso no me parece
una manera digna ni humana de tratarla ni de quererla.
La otra me exige pensar mucho. Primero,
tengo que saber lo que ella aspira a ser en la vida, qué entiende
por vivir y cómo le gustaría vivir su propia vida. Entiendo que
quererla es ayudarla a conseguir esa meta, servirle de apoyo y de
impulso para que logre ser ella misma. Tengo que aprender a ponerme
en su lugar para saber lo que puede necesitar en cada momento y
procurar adelantarme, si es posible. Lo que hagamos y vivamos en
común tiene que ser común de verdad. No es que vayamos a
explotarnos el uno al otro, pero es bueno que estemos atentos a
repartirnos bien las tareas. Debo aprender también a cuidarla, para
lo cual tengo que tener en la mente sus gustos, sus deseos, qué es
lo que le hace descansar, que es lo que le relaja y lo que le motiva.
Sé que es difícil, pero tengo que ver la manera de enamorarla cada
día, de que cada día pueda sonreír, de que pueda estar a gusto en
la vida. Es importante que se sienta libre, que no vea nuestra
relación como una atadura, sino como algo agradable y que le invita
a vivir. Si no se siente libre, no creo que esté a gusto ni que
pueda quererme a mí. No quiero que se sienta nunca sola. No quiero
decir que vaya a estar yo siempre con ella, a todas horas, sino que
no deje de sentirse atendida, querida, acompañada. Sé que mi amor
por ella lo voy a poder medir por su alegría. Si se siente querida,
estará alegre. Si no es así, es que algo estaré o estaremos
haciendo mal. Todo esto no es sencillo, pero merece la pena que me
embarque en esta aventura, porque su vida me importa, porque quiero
verla feliz y porque su vida ahora es más importante que la mía.
Sea como sea la manera de quererla,
tengo claro que una cosa es la emoción del enamoramiento, el
sentimiento que produce el amor, y otra muy distinta, la construcción
práctica del amor, la realización concreta y diaria del amor. Esto
último es muy racional, hay que pensarlo mucho y hay que
planteárselo y resolverlo muy bien. Tengo la impresión de que si me
dejo llevar sólo por la emoción o, incluso, por la huida de la
soledad, el asunto corre el riesgo de que no salga bien. Es posible
que muchos de los fracasos vengan de quedarse sólo en las emociones
o en los aspectos físicos y no considerar estos otros asuntos más
racionales, que me parece a mí que son los que más unión producen
y más felicidad dan.
Ojalá ames mucho y que te amen a ti.
Buenas noches.
viernes, 25 de octubre de 2013
Buenos días. Lleva trabajo
Tenemos dos problemas. Uno, que tenemos
que ser siempre nosotros mismos, y eso lleva mucho trabajo. Otro, que
tenemos que ser nosotros mismos, aunque haya quienes se empeñen en
que no seamos como nosotros somos, sino como quieren que seamos. Esto
también lleva trabajo. Buenos días.
Buenas noches. El misterio
Imagínate que quieres a X. Imagínate
también que estás comiendo con X y que hay en un plato central dos tajadas,
una, buena y la otra, mejor. Como tú quieres a X, decides quedarte
tú con la buena y darle a X la mejor.
Me gustaría que te preguntaras por qué
has actuado así, qué es lo que te ha llevado, en nombre del amor, a
prescindir de lo mejor para ti y dárselo a la persona a la que
quieres. A mí, en principio, esta conducta no me parece ni razonable
ni lógica y, sin embargo, me parece buena, admirable y propia de una
persona grande. Y es que yo creo que hay algo de misterioso en la
vida, especialmente en el amor, que nos hace ir en contra del
individualismo, de la acaparación, del egoísmo y de todos estos
vicios que cada día son más frecuentes y que son vistos cada vez
más como normales. Quien ha vivido siquiera un poco lo que significa
el amor sabe que hay un momento en el que la lógica se resquebraja,
que el tú se vuelve más importante que el yo y que el mundo
adquiere otro color, se llena de una luz distinta y se reinterpreta
la vida con otros criterios. Es como si el corazón de la manzana de
la vida estuviera lleno de un misterio oculto, pero que está
pidiendo a voces que lo descubramos. Buenas noches.
jueves, 24 de octubre de 2013
Buenas noches. Sólo hay que querer
Siempre se puede hacer más. Es posible
que el rendimiento pueda ser siempre mayor. Se puede gozar siempre
com mayor intensidad. Siempre cabe saber más para conocer mejor la
realidad. En las situaciones en las que sentimos miedo siempre puede
ser uno algo más atrevido. Se puede conocer a más personas que nos
abran nuevos horizontes. Puede uno cuidarse siempre mejor el cuerpo.
Siempre se puede ser más. Sólo hay que querer. Buenas noches.
Buenos días. Recepción
Recibir a alguien con una sonrisa es
como decirle que se está dispuesto a hacerle la vida más agradable.
Buenos días.
miércoles, 23 de octubre de 2013
Buenas noches. ¿De qué vives?
No se puede ir por la vida de cualquier
manera. No se puede vivir sin darnos cuenta de lo que estamos
viviendo. No se puede mirar el mundo con esa mirada superficial de
quien va como de puntillas por la vida. Hay que buscar la belleza, la
bondad, la sorpresa en todo que tengamos delante, desde el amanecer
pleno de poderío a la majestuosidad de la Luna, pasando por la luz
infinita del mediodía o por el apasionado atardecer. Y también en
la belleza de unos rostros, de unos cuerpos, de unos gestos, de unos
detalles imprevistos. Y en los paisajes, y en los árboles y en los
edificios y en el piar de los pájaros. Y en lo que hace la gente
buena. Y en las preguntas que te hace el arte … Si vas por la vida
y no te fijas en nada de esto, ¿de qué vives? Buenas noches.
Elegancia 142. Discriminaciones
El machismo, el
racismo y, en general, cualquier discriminación
son radicalmente incompatibles con la elegancia.
son radicalmente incompatibles con la elegancia.
Buenos días. El saludo
Decir 'buenos días' no es, ni mucho
menos, cumplir con ningún rito que certifique una buena educación.
Dar los buenos días es querer tener un detalle cariñoso con las
personas que conocemos y que forman nuestro mundo. Es la muestra de
lo mejor que puede ofrecer el ser humano: un buen deseo, el deseo de
que el día sea bueno para la persona a la que se saluda. Creo que
hay que huir de los ritos fríos, de las costumbres heredadas sin más
y llenar de vida las pequeñas y las grandes cosas que hacemos.
Buenos días, pero de verdad y con cariño.
martes, 22 de octubre de 2013
Elegancia 141. Demostración
La persona elegante
muestra siempre su elegancia,
pero la demuestra sólo en los momentos
que considera elegantemente oportunos.
pero la demuestra sólo en los momentos
que considera elegantemente oportunos.
El calendario de Bautista. 22/10/2013. Doris Lessing
Tal
día como hoy de 1919 nació la escritora, premio Nobel, Doris Lessing.
Tienes más información aquí.
Buenas noches. El eterno retorno
Aquel mundo era demasiado cerrado, no
tenía salidas visibles y ofrecía pocas posibilidades para llegar a
ser uno mismo. Cuando yo tenía 20 años, había bastantes salidas
laborales, tanto para quien quería estudiar y prepararse, como para
quien prefería aceptar cualquier trabajo, aunque estuviese peor
remunerado. Lo que no había eran muchas salidas humanas. La sociedad
estaba dominada en buena medida por las normas franquistas y por la
ideología religiosa católica. Ninguna de las dos daba más opción
que la chata manera de entender la vida que, de manera uniforme,
dominaba las mentes y la realidad de los jóvenes de entonces.
La vida en la familias era asfixiante.
Todo era igual, siempre igual. Vivir consistía en repetir y repetir
y nunca en crear. Lo nuevo estaba prohibido. Lo fresco estaba
condenado. El placer, si no entraba dentro de unos márgenes muy
estrechos, era denostado y perseguido. Se trataba de aguantar
callado, en la medida de lo posible, y de sufrir en silencio la
repetición siempre idéntica de lo mismo.
La única salida viable era escapar,
huir de casa en cuanto hubiera una oportunidad. Algunos, quizá
privilegiados, la tuvimos yéndonos a estudiar fuera, en donde
conocimos otros mundos, aunque con una dependencia económica de la
familia que a veces se hacía algo cuesta arriba. Otros, puede que
con menos oportunidades, intentaron formar cuanto antes su propia
familia para poder así escapar de los negros lazos de la rutina sin
fin. Muchas parejas jóvenes se formaron entonces y se emanciparon en
cuanto sus economías se lo permitieron, pero casi todas ellas
reprodujeron más o menos el esquema que habían vivido hasta
entonces. La herencia recibida adoptó una cierta apariencia de
juventud y acabó siendo tan parecida a la anterior que nadie diría
que se había evolucionado mucho. En cuanto se formaban, las nuevas
parejas cerraban la puerta y ponían entre paréntesis cualquier
relación previa que tuvieran con el exterior, cortaban los lazos de
la vida con amigos y diversiones y se enclaustraban otra vez en sus
nuevos hogares a revivir lo que habían vivido antes, sólo que ahora
con un decorado distinto, aunque muy parecido al anterior. Fue, una
vez más, el eterno retorno. Buenas noches.
lunes, 21 de octubre de 2013
Elegancia 140. Mirada
Es elegante mirar a
la cara a las personas,
pero sin que la mirada se convierta en molesta
para la persona mirada.
pero sin que la mirada se convierta en molesta
para la persona mirada.
Buenos días. La actitud
Cualquier cosa que hagamos, hasta la
más insignificante o la más habitual, la podemos hacer con gusto o
sin él. Todo depende de nuestra actitud. Buenos días.
domingo, 20 de octubre de 2013
Elegancia 139. Dinero
Para una persona
elegante el dinero no es ni el primero ni el único criterio
para analizar la realidad.
para analizar la realidad.
El calendario de Bautista. 20/10/2013. Elfriede Jelinek
Tal
día como hoy de 1946 nació la escritora, premio Nobel, Elfriede Jelinek.
Tienes más información aquí.
Buenos días. El camino
Es más cómodo frenar, más difícil
acelerar y más estúpido correr. Buenos días.
sábado, 19 de octubre de 2013
Buenas noches. Lo nuevo
Creo que no hay que huir de lo nuevo.
Lo nuevo representa la única posibilidad de ser más, de crecer, de
aprender. Lo viejo ya lo tenemos y nos sumerge en la rutina, en la
cansina repetición de lo de todos los días.
¿Dónde buscar lo nuevo? Pues quizás
en una mirada atenta a lo que ves en la calle, en un libro, en alguna
película, oyendo hablar a un artista o a un pensador, hablando con
alguien que revele talento en su mirada o en sus palabras o en su
trato. No lo busques en la televisión, porque no lo vas a encontrar.
La satisfacción y las ganas de vivir
siempre vendrán de lo nuevo. Buenas noches.
Elegancia 138. Llamar la atención
No es propio de una
persona elegante llamar la atención deliberadamente
para que se note que está presente.
para que se note que está presente.
viernes, 18 de octubre de 2013
Buenas noches. Es ella
Cada día da un paso adelante. Con una
puntualidad sobrecogedora llega, hace su trabajo y vuelve sin remedio
al día siguiente. Así un día tras otro. Nos visita a todos. Hay
quienes dicen que no la notan, quienes creen que a sus vidas no
acude, pero viene siempre. Tiene su lado positivo porque te ayuda a
ser, a llenar cada día de vida, pero también su dimensión trágica,
negativa, destructora, porque cada día de más es un día de menos.
Yo, cada día que pasa tengo más ganas de vivir, pero también temo
más que se note su presencia, sus efectos. Buenas noches.
Elegancia 137. Convenciones sociales
No es elegante
quien cumple mecánicamente las convenciones sociales,
sino quien las critica racionalmente, las acepta o las rechaza
y actúa en consecuencia.
sino quien las critica racionalmente, las acepta o las rechaza
y actúa en consecuencia.
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