El Gobierno de España está
completando una muy exitosa labor en la gestión de la cosa pública.
Todos sus objetivos se están cumpliendo a la perfección. Incluso en
algunos casos, con más perfección de la prevista. Hay algunos que
se empeñan en objetar que no salimos de la crisis y que la
ciudadanía está cada vez peor, pero estos son los de siempre, los
recalcitrantes que andan permanentemente confundidos y que son
incapaces de ver que ni el Gobierno ni el partido que lo sustenta se
han propuesto nunca resolver el problema de la crisis. Jamás. Su
único objetivo ha sido exclusivamente el de destrozar las
estructuras del país, especialmente las legales y las económicas,
para salvar con ello a los muy ricos, para que los demás sean
conscientes de que no son más que pobres y para que no se den cuenta
jamás de que son ciudadanos, seres humanos, personas. Pueden
sentirse muy satisfechos estos gestores egregios, que pasarán a la
historia como los artífices de la mayor revolución habida en
nuestro país.
A pesar de todo, que el cariño, la
solidaridad real, la buena voluntad y la fraternidad puedan más que
todo esto. Buenas noches.
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