Yo soy yo. Yo me relaciono con muchos
tús y es como si mi yo se extendiera en cada una de esas relaciones
hasta llegar a cada tú. Yo soy yo contigo y contigo y contigo. Yo
soy más que yo, porque me prolongo en los tús. Vivir, entre otras
cosas, consiste en prolongarse en los tús. La vida no es mero ser o
mero estar, sino que es, básicamente, relacionarse. Cuando el yo no se
relaciona con los tús, está muerto en vida. Lo mismo le pasa al tú.
Con lo cual, la vida no es más que un profuso conjunto de relaciones
yo-tú y tú-yo que van construyendo poco a poco tanto al tú como al
yo. Y también al nosotros.
Me pregunto qué tipo de personas son
las que dicen creer en el individualismo.
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