sábado, 9 de agosto de 2008

El móvil y las Olimpiadas

Acabo de leer en el espléndido blog de Juan Cruz , titulado hoy Un trabajo de chinos, la siguiente expresión relacionada con la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekin 2008:

Me pareció un espectáculo portentoso; me dio igual el desfile, eso no tiene interés ninguno, y a veces incluso me pareció chabacano; no se puede estar desfilando en una ocasión así y hablando por el móvil, eso me parece insoportable.


Lo pongo aquí porque me gustaría aclararme con argumentos sobre si el uso del móvil está justificado en cualquier ocasión o no lo está en algunas. ¿En cuáles? ¿Por qué? ¿Por qué puede resultar insoportable que un atleta desfile en unos Juegos Olímpicos hablando por el móvil?

No sabes lo que me gustaría que me dieras tu opinión. Yo, mientras, lo estoy pensando.


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1 comentario:

  1. Hola Manuel!
    La verdad es que yo también lo estoy pensando y quizá merezca más reflexión de la que ahora estoy capacitada a aportarle(fin de semana, estoy algo cansada)pero se me acurren varias cosas desde la perspectiva de ambos lados.
    La primera es que en mi opinión para un deportista unos juegos olímpicos son un evento impoprtantísimoo en su vida, el más importante quizá y, sinceramente me pongo en su piel y en ese momento me darían igual los dos millones de espectadores, querría hablar con mi madre, mi marido, mi hijo, o la persona que yo eligiera.
    La segunda, también desde esta posición es que yo probablemente no le daría tanta importancia al hecho de que un deportista fuera hablando por el móvil, al igual que no se la doy a sentarme mal o quizá poner un codo encima de la mesa, el protocolo y yo nunca nos hemos llevado bien.
    La tercera reflexión, ya desde la otra posición me lleva a replantearme la corrupción del ser humano por la alta tecnología. ¿De verdad algo como el móvil es tan absolutamente imprescindible? Sí, es cierto que es muy útil y también puede resultar bastante divertido en algunas ocasiones, pero tan imprescindible? No sé, pero me da la sensación de que quienes más se benefician de nuestra debilidad son los grandes empresarios y las personas que, en algún momento de su vida decidieron no ser precisamente personas. Todo me remonta un poco a mi texto sobre la dificultad de ser persona.
    Esperemos que leyendo tu gran blog haya más gente disopuesta, aunque sea, a intentarlo.
    Mil gracias por tu entrada en mi blog, me ha encantado.
    Un beso abeja.

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