sábado, 16 de abril de 2016

viernes, 15 de abril de 2016

Buenas noches. No al machismo 55




Una mujer nunca debe entregar su autonomía a nadie. 

Mucho menos, a un machista. 

Buenas noches.

Buenos días. Velocidad




Intenta no hacerle el juego a esa enfermedad que nos invade, la de la velocidad en todo. 

Buenos días.

Los viernes, etimologías. 107. Animales domésticos III



OVEJA

Es un animal muy importante por la leche, la carne y la lana. En latín ovis, griego οἶς, ruso ovtsa, lituano avis, sánscrito awika, galo oi. Está claro que en su expansión la oveja ya acompañaba a nuestra ancestral tribu indoeuropea. Al castellano ha pasado el diminutivo ovicula que dio oveja, como apicula dio abeja, o auricula oreja. Los romanos celebraban un sacrificio llamado suovetaurilia, con esos tres animales, cerdo, oveja y toro, un pack muy completo. Como en todos los animales, oveja era epiceno en origen. Aries, el carnero, fue de creación tardía.

CORDERO

Hay en las lenguas indoeuropeas una palabra común para el corderito, la cría de la oveja, el latín agnus, griego ἀμνόs (amnós), ruso agnets, galo ognos. Es increíble el parecido. En las lenguas romances han conservado el étimo el italiano agnello y el francés agneau, mientras que han innovado el castellano cordero, portugués cordeiro, catalán xai y rumano miel. El origen de la palabra castellana cordero es el adjetivo cordarius que se añadía frecuentemente a agnus. Un agnus cordus o cordarius era un cordero tardío, los últimos corderos nacidos. Y, como en otros casos, nos hemos quedado solo con el adjetivo.

CABRA

También la cabra tuvo que ser un animal familiar para nuestra primitiva tribu indoeuropea, porque la raíz aparece en multitud de lenguas: latín caper, en origen epiceno, del que se desarrolló el femenino capra, sánscrito kaprtha, galo cabros, irlandés gabor, etc. Sin embargo en griego κάπρος (kapros) significa jabalí, y esto acerca el latín aper, jabalí, a caper, cabra. Lo que da lugar a discusiones e hipótesis cruzadas entre estas palabras. En griego macho cabrío era τράγος (tragos), que es origen de Tragedia, el gran género literario, palabra que etimológicamente significa el canto del macho cabrío, pues habría nacido en torno a una celebración ritual con sacrificio de un cabrito. Bueno, mientras la oveja, mansa y tranquila, no da lugar a muchas derivaciones en español, la cabra, tan movida, y a veces molesta, genera capricho, cabriola, cabriolé, cabrear, por supuesto cabrón y cabrito, y también Capricornio. El macho cabrío es el prototípico marido cornudo, y también es símbolo demoníaco en aquelarres y cultos satánicos. Es un animal que quizás produce inquietud emocional en el subconsciente de nuestra cultura, vaya usted a saber por qué. De todas formas invito a cualquiera a sostener la mirada a un macho cabrío. A un perro, a un caballo, a una gallina es fácil sostenerles la mirada, la del macho cabrío tiene algo perverso, una sorna perturbadora, como que te taladrara, como que conociera tu interior. Ja ja ja.

Carol Greider. El Calendario Cultural de Bautista. 366 mujeres. 15/ 04/ 2016




Tal día como hoy de 1961 nació la premio Nobel Carol Greider

Tienes más información aquí.


Simone de Beauvoir. El Calendario Cultural de Bautista. 366 mujeres. 14/ 04/ 2016




Tal día como hoy de 1986 murió la escritora Simone de Beauvoir

Tienes más información aquí.


jueves, 14 de abril de 2016

Buenas noches. Odio



Anoche tuve la oportunidad de ver en un bar los cinco últimos minutos del partido de la Champions entre el Atlético de Madrid y el Barcelona. Me fijé mucho en los clientes que observaban el partido por televisión. No vi pasión por el fútbol ni alegría por el buen juego ni por el resultado. Lo que vi fue odio. No manifestaban tanto el placer por la victoria de un equipo, sino odio hacia el otro. Contemplé varios cortes de mangas espectaculares, largos, vividos, llenos de nervio y de fuerza cuando un jugador fallaba un chut a puerta. Los envíos con referencias al culo de algún protagonista estaban llenos de vigor y de poderío, como si se desease que la toma tuviese lugar bien lejos. El resultado final fue celebrado con todo tipo de insultos e improperios hacia el equipo perdedor, como si en vez de jugadores de fútbol fueran delincuentes vestidos de corto. Si esto es lo que saca el fútbol de los adentros del ser humano, es que el ser humano tiene la mente hasta las trancas de porquería. Allí no parecía que hubiera defensores del fútbol ni de un equipo, sino rabiosos atacantes al equipo perdedor, de cuya derrota se alegraban con un entusiasmo feroz.

Esto me ayudó a entender algunas opiniones sobre política que veo también con demasiada frecuencia. Creo que son muchos los ciudadanos que no defienden una opción política, ni la votan por lo que proponga, sino que, aunque lo que dicen y hacen vaya en su contra, atacan con sus palabras y con sus votos al adversario, al que consideran un enemigo. El odio sale en el fútbol, en política y en cuando se deja alguna puerta abierta. ¡Cómo me gustaría que algunos ciudadanos me dieran su justificación ideológica, racional, de por qué votan a un partido! ¡Qué difícil lo veo! Creo que aquí seguimos yendo a la contra, sin defender unas ideas, ni siquiera descalificando las ideas del adversario, sino descalificando al propio adversario, odiando a los otros. ¡Y luego queremos pactos!

Me parece que sería muy bueno una limpieza a fondo de nuestras mentes.


Buenas noches. Besos y abrazos.

Derroche de sensibilidad



El argumento de esta representante eminente del neoliberalismo, en relación con los refugiados, es que hay que acogerlos "porque pueden generar un crecimiento de la economía de un 0,2 % en la UE". Viva la sensibilidad y el humanismo. Hasta estos niveles ha bajado el capitalismo.

Lagarde reclama una respuesta internacional "más amplia" a la crisis de los refugiados

Vándalos consentidos



Este es un cuadro del siglo XVII que se exhibe en Buenos Aires, en el Museo de Arte Español Enrique Larreta. Al parecer, la gestión del director actual del Museo es tan peculiar y tan poco eficaz que ha permitido que unos vándalos hayan podido sacarle los ojos a la figura del cardenal. El arte, una vez más, como criterio para medir la calidad de los dirigentes.