Siempre recurrimos a un objeto -normalmente un libro- o a una persona con la esperanza de encontrar una respuesta que necesitamos y que nosotros no tenemos. Hay quien recurre a la Biblia, a El lobo estepario, a algún libro de Paulo Coelho o al amigo que parece sensato. Creo que el gran recurso de todo ser humano debe ser la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ahí está el fruto de la reflexión de representantes de la mayoría de los países que existían en 1948: los derechos que tenemos todos, que nadie nos puede quitar y que a nadie le podemos quitar.
Puedes leerla aquí: https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights
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