Me parece que tenemos que aprender a
criticar. La palabra 'criticar' viene del verbo griego krinein,
que significa 'separar'. Someter algo a crítica significa separar lo
bueno de lo malo que hay en eso que se critica. Ser una persona
crítica no es ir sistemáticamente en contra de todo ni de todos.
Esta actitud está más cercana a la intransigencia o a una especie
de desahogo que de una intención verdaderamente crítica. Para
criticar hay que empezar por analizar aquello que se critica, esto
es, hay que procurar ver todos los elementos que forman lo criticado.
Sobre ellos se trata de ver en qué consisten y de aventurar sus
consecuencias y las que tendría lo contrario de lo que se critica.
El proceso de crítica termina en un juicio argumentado, en el que se
resaltan los aspectos positivos de lo que criticamos, justificándolo
con argumentos, y los elementos negativos, igualmente argumentados.
No son buenos ejemplos de una actitud crítica ni la negación
sistemática y constante de todo lo que diga el adversario, ni las
generalizaciones del estilo de 'todos son iguales', 'fuera todos', ni
el confundir una parte con el todo, ni el sacar fuera de un contexto
un hecho, ni el llevar la contraria de forma llamativa sin sopesar
las consecuencias que esa actitud pueda tener. Es muy difícil hacer
una crítica seria, sobre todo en tiempos de crisis. Buenas tardes.
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