Por muy inteligente que seamos o que
creamos ser, no somos más que una perspectiva, un punto de vista,
una mirada entre las muchas posibles, que ve lo que ve, pero que no
lo ve todo. Lo que nos perdemos cada día por mirar sólo a donde
miramos, por no consultar otras miradas, es enorme. La realidad no es
lo que vemos, sino la suma de todas las miradas. Si prescindimos de
ellas, nos autoengañamos. Buenas noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes expresar aquí tu opinión.