Cuando aparece una música maravillosa,
cuando aparece un paisaje sobrecogedor, cuando apareces tú haciendo
lo que haces, cuando aparece el arte, las artes, cuando aparece el
gesto, la mirada, la sonrisa, los ojos emocionados, las manos que van
a agarrarse, cuando aparece la persona que despierta el amor, cuando
aparece lo sublime, todo lo demás cae por su propio peso. No le
cerremos nunca la puerta a lo sublime. Buenas noches.
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