Hoy se celebra la Navidad. Como se
sabe, es una fiesta cristiana que nos colocan a todos a la fuerza en
el calendario y que tiene que ver con el nacimiento de Jesucristo.
Yo prefiero darle un tono más humano a
este asunto y pensar en el nacer, algo que hemos hecho todos. Hemos
nacido o, mejor, nos han nacido, nos han traído a este mundo, sin
contar con nosotros, y nos han dejado aquí en un estado de
desvalimiento absoluto. Quiero fijarme hoy en el carácter colectivo
que tiene el nacer, cosa que creo yo que nos convierte en seres
sociales desde el nacimiento.
Nacemos y, si no nos ayudan desde
fuera, nos morimos. Además de a una madre, nada más nacer
necesitamos la ayuda de alguien que nos haga respirar, nos cuide, nos
alimente, nos dé medicinas, si es el caso, nos vista y nos haga de
todo para lograr nuestra supervivencia. Luego, necesitamos cariño de
todos, que nos despierten los sentidos, jugar, reír, que nos enseñen
cómo funciona esto del mundo, que nos digan qué vale y qué no vale
en este inmenso montaje y por qué. En realidad, no podemos vivir
bien sin un maestro, un médico, un farmacéutico, un tendero, etc.
Necesitamos de toda una sociedad que nos permita ser, crecer,
desarrollarnos y convertirnos en verdaderos seres humanos. Así
entiendo yo la vida de los seres humanos, seres metidos desde un
principio en una red de relaciones en donde inicialmente la sociedad
nos da y luego nosotros debemos darle también a la sociedad, para
formar así un mundo de donaciones mutuas que sea vivible para todos.
Lo que no acabo de entender es que a
algunos se les meta en la mente el virus de la estupidez y, en un
momento determinado, crean que ya no tienen que darle nada a la
sociedad y se refugien en un individualismo absurdo, nocivo y
deshumanizante, que se aprovechen de lo que se han encontrado en la
sociedad y que se olviden de que el mundo que vieron desde el
principio tenía otros criterios. Es lo que hace el neoliberalismo
actual, grupito escandaloso formado por ricos y aspirantes a serlo,
que han confundido intencionadamente su papel en el mundo y se han
creído que pueden convertirse en los explotadores de casi toda la
humanidad. El virus de la estupidez no produce enfermos, sino golfos.
No sé qué necesidad había de que nacieran estos tipos. Buenas
tardes y buenas noches.
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