Vivir no es simplemente estar. Vivir es
establecer relaciones con las personas y con las cosas que forman tu
mundo. Vivir no es sumergirse en la pasividad. Vivir es construirse
como persona en contacto con todo lo que te rodea. Vivir es estar
abierto a los demás, no para sacarles nada, sino todo lo contrario,
para ofrecerles lo mejor de ti sin esperar nada a cambio. De esa
misteriosa donación nace luego la vida, el cariño, el intercambio
desinteresado, el crecimiento mutuo. Vivir es estar abierto a las
cosas, a la Naturaleza. La Naturaleza no tiene pudor y se deja ver
tal como es. La Naturaleza te muestra su belleza desinteresadamente,
te ofrece siempre lo mejor que tiene y sólo pide a cambio respeto.
La relación con las personas y con las cosas es lo que te hace estar
vivo, lo que te hace ser. Imagínate que suprimes tus relaciones con
las personas y con las cosas. ¿Quedaría algo de tu vida? Nada. No
queda otra posibilidad: sal de ti. Y mantén abierta tu vida para que
puedan entrar los demás. Buenos días.
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