Hoy es el Día Internacional de la
Mujer. Solo tengo un ratito para poner aquí, a vuelapluma, una
pequeña reflexión sobre esta importante conmemoración.
En primer lugar, espero que no hablemos
ya del día de la mujer trabajadora, porque lo que debe preocuparnos
no es tanto la relación de la mujer con el trabajo, sino la
situación de la mujer como mujer en el mundo, los enormes problemas
que vive la mujer como consecuencia de serlo y las estrategias que
deben -y debemos- seguir para conseguir la necesaria igualdad real de
derechos entre hombres y mujeres.
Y en segundo lugar, apuntar que los
problemas de la mujer son, por una parte, los problemas individuales
de cada mujer: los que tiene en su casa, en su trabajo, en su ciudad,
en su país y hasta con sus amigos o su familia. Pero, por otra
parte, son un problema colectivo. No es que “una” mujer
tenga sus problemas porque le pagan menos que a un hombre, porque la
maltratan, porque no la respetan, porque no le permiten abortar,
porque le practican la ablación, porque la esclavizan, porque exigen
de ella siempre la belleza que quieren los hombres o porque en
demasiadas ocasiones no es tratada como persona. Lo que ocurre en la
realidad es que la manera inhumana e injusta de tratar a la mujer es
un problema estructural, es decir, que la sociedad está
organizada, en sus leyes y en sus costumbres, de manera que trata mal
a todas las mujeres. No es que a una mujer le paguen menos que a su
compañero varón, es que les pagan menos a todas las mujeres. No es
que unos varones elaboren una ley que le impida abortar a una mujer,
sino que se lo impiden a todas. Por eso, la estrategia para
solucionar el problema de la mujer debe pasar, en mi opinión, por el
intento de que el mayor número de mujeres tome conciencia de su
situación real y por la lucha pacífica, pero eficaz, de todas las
mujeres por lograr una igualdad más humana y más justa para todas.
Esa creo que debe ser la actitud de las mujeres y es lo que, frente a
interpretaciones tergiversadas e interesadas que circulan por la
sociedad, pretende el feminismo.
De manera que expreso aquí mi
solidaridad con todas las mujeres y mi deseo de que entre todos
logremos una sociedad más justa e igualitaria.