Puede que basten unas pocas palabras, o
una sonrisa, o quizás una mirada, o un gesto no buscado, o un
silencio compartido, o un detalle de cariño. No sé por qué será,
pero a veces sientes que te comprenden y que tú eres capaz de
comprender a la otra persona. Te entran ganas entonces de abrazarla,
de apretarle las manos, de transmitirle tu emoción sin palabras.
Sientes que un lazo invisible te ha unido a ella. La vida, entonces,
se ha hecho presente y uno sonríe.
Buenas noches.
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