Aunque las medidas que pueda tomar un
Gobierno sean duras, los ciudadanos tienen que sentir el cariño, la
atención o la cercanía de sus políticos. Un Gobierno no puede
considerarse dueño del poder, porque el poder es del pueblo y éste
se lo entrega temporalmente a los políticos para que lo administren
bien, siempre a favor de los ciudadanos. Los ciudadanos no pueden
estar en manos de un Gobierno porque es el Gobierno el que está en
manos de los ciudadanos. Un Gobierno democrático debe explicar a la
ciudadanía lo que hace y por qué lo hace. Si no da estas
explicaciones, está rompiendo las normas democráticas y se está
deslegitimando él solo. Cuando los ciudadanos ven a los políticos
que los gobiernan como sus enemigos es que todo se ha roto ya. Buenas
tardes.
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