jueves, 25 de julio de 2013

Buenos días. El accidente


Nunca me gustó que el cirujano estuviera de charla con la enfermera mientras operaba, ni que el conductor del autobús se llevara a la novia y la pusiera en la primera fila de asientos para distraerse con ella, ni que el camarero abandonara la atención a los clientes para conversar con sus amiguetes en la barra, ni tantos casos como se dan con demasiada frecuencia, en los que las funciones que se realizan se abandonan para atender lo que apetece más en ese momento. El tren iba a 190, cuando debería ir a 80. No sé por qué habrá sido, pero, al parecer, el conductor gritaba: 'Somos humanos, somos humanos', como queriendo justificar el exceso de velocidad. No somos humanos. No somos animales. No somos nada. Somos lo que hacemos. Si no hacemos nada, no somos nada. Si hacemos cosas propias de animales, seremos unos animales. Si actuamos como seres racionales, seremos humanos.

Solidaridad con las víctimas del accidente, sean gallegas o no. Y a ver si lo que tengas hoy que hacer, lo haces con la atención necesaria. El 'vale todo' se ha colado ya, lamentablemente, en todas partes. Buenos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes expresar aquí tu opinión.