Ya dijo Aristóteles que somos animales
de costumbres. Si te fijas bien, improvisamos muy poco a lo largo del
día. Casi todo lo que hacemos sigue unas pautas dadas por la
costumbre. Por eso es muy importante conocer nuestras costumbres y
hacerlas razonables. Nos acostumbramos a fumar, a comer ciertas cosas
y no otras, a aprovecharnos o no de los demás, a tener en cuenta
unas cosas y no otras... Pienso esto porque quiero adelgazar, pero para ello tendré que cambiar algunas costumbres relacionadas con la
alimentación. Si no, después de adelgazar, volveré a engordar.
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