Acaba de publicar Mariví García
Gallego, en la editorial Cuadernos del Laberinto,
un poemario titulado 'Mujer y niña', prologado por el
reciente premio de novela Wilkie Collins, Carlos Augusto
Casas.
El libro, que
contiene veintidós poemas de amor y otras tantas nanas, es una
expresión de la sensibilidad, el tacto, la fuerza vital y el amor
por una vida buena que posee la autora.
La primera parte,
titulada 'Amores', es un canto a una vida alejada tanto de
falsas promesas como de la satisfacción que procede meramente de los
sentidos. Por el contrario, busca el contacto profundo entre las
almas y el intercambio noble de vivencias. Es una invitación a huir
de la mentira, de la falsedad que hiere, del miedo que atenaza, de la
pasión vacía, de lo que no nos hace crecer, sino que mengua nuestra
persona y nuestra vida hasta hacerla desaparecer, de lo que nos hunde
en el mar de la incomprensión y de la desdicha. Mariví García
Gallego quiere huir de todo aquello que amenace una vida
apetecible, serena y en calma, de todo lo que huela a dolor y a
violencia. 'Mujer y niña' es una
manifestación de fe en el amor sincero, sin dobleces, ese que se va
construyendo día a día con el regalo del tiempo de quien ama y que
produce calma, sosiego y felicidad.
La de Mariví
García Gallego es una poesía sencilla que, con palabras
cotidianas y con el aval de una vivencia personal, te sumerge en las
profundidades de la vida y del amor. La realidad de cada día, unas
veces coloreada con el sabor de lo agradable y otras con el tinte
oscuro de la desdicha, aparece en todas sus facetas en los versos de
la autora. La poesía, una de cuyos sentidos es el de hacernos ver lo
profundo de la existencia, tantas veces oculto a nuestros ojos, se
hace palabra entendible en 'Mujer y niña'. No en vano
su autora ha habitado el fondo del infierno y muestra ahora cómo se
puede flotar en el mar del amor, de la ternura, de la inocencia -que
no de la ingenuidad- y de las actitudes nobles. Es su propuesta la de
un amor generoso y capaz de vencer el tiempo hasta llegar a un cielo
compartido. Estos versos de amor son propios de un alma joven, a la
que el hielo de la desdicha no ha apagado el fuego de un corazón y
de una mente dispuestos a regenerar una vida inspirada en el amor, en
la comunicación generosa y en la fundada esperanza en una vida
feliz.
De los poemas
denominados 'Nanas' se desprenden dos maneras de entender la
ilusión. Una, que la autora desecha, es aquella que nos transporta a
mundos irreales e imposibles, a los que pretenden que accedamos a
través de mentiras y de falsas promesas. Otra, a la que ella se
abraza, es la que nos hace andar por un camino de esperanza y nos
invita a llegar a un mundo nuevo sin dejar de tener los pies anclados
en la tierra.
Las nanas que
escribe Mariví están llenas de dulzura, de ternura, de ese cariño
que ama de cerca. Son la muestra de un amor de madre que cuida de su
hija, que quiere garantizar el sosiego de la niña querida cuando se
la acaricia con el profundo cariño con el que se acarician los
cuerpos pequeños. Solo el verdadero amor es capaz de fijarse en esos
pequeños detalles que siempre, y más para un niño, son tan
importantes. Son palabras que intentan conseguir la gran meta de
ahuyentar los miedos, siempre tan amenazantes, tan frustrantes, tan
lejanos de la vida.
Mariví García
Gallego firmará ejemplares de 'Mujer y niña' en
la Feria del Libro de Madrid, caseta 242, el domingo 28
de mayo y el miércoles 7 de junio, en ambas ocasiones de
18:30 a 20:00 horas.