martes, 23 de mayo de 2017

Lo que yo buscaría en la Feria del Libro de Madrid. Mujer y Niña



Acaba de publicar Mariví García Gallego, en la editorial Cuadernos del Laberinto, un poemario titulado 'Mujer y niña', prologado por el reciente premio de novela Wilkie Collins, Carlos Augusto Casas.

El libro, que contiene veintidós poemas de amor y otras tantas nanas, es una expresión de la sensibilidad, el tacto, la fuerza vital y el amor por una vida buena que posee la autora.

La primera parte, titulada 'Amores', es un canto a una vida alejada tanto de falsas promesas como de la satisfacción que procede meramente de los sentidos. Por el contrario, busca el contacto profundo entre las almas y el intercambio noble de vivencias. Es una invitación a huir de la mentira, de la falsedad que hiere, del miedo que atenaza, de la pasión vacía, de lo que no nos hace crecer, sino que mengua nuestra persona y nuestra vida hasta hacerla desaparecer, de lo que nos hunde en el mar de la incomprensión y de la desdicha. Mariví García Gallego quiere huir de todo aquello que amenace una vida apetecible, serena y en calma, de todo lo que huela a dolor y a violencia. 'Mujer y niña' es una manifestación de fe en el amor sincero, sin dobleces, ese que se va construyendo día a día con el regalo del tiempo de quien ama y que produce calma, sosiego y felicidad.

La de Mariví García Gallego es una poesía sencilla que, con palabras cotidianas y con el aval de una vivencia personal, te sumerge en las profundidades de la vida y del amor. La realidad de cada día, unas veces coloreada con el sabor de lo agradable y otras con el tinte oscuro de la desdicha, aparece en todas sus facetas en los versos de la autora. La poesía, una de cuyos sentidos es el de hacernos ver lo profundo de la existencia, tantas veces oculto a nuestros ojos, se hace palabra entendible en 'Mujer y niña'. No en vano su autora ha habitado el fondo del infierno y muestra ahora cómo se puede flotar en el mar del amor, de la ternura, de la inocencia -que no de la ingenuidad- y de las actitudes nobles. Es su propuesta la de un amor generoso y capaz de vencer el tiempo hasta llegar a un cielo compartido. Estos versos de amor son propios de un alma joven, a la que el hielo de la desdicha no ha apagado el fuego de un corazón y de una mente dispuestos a regenerar una vida inspirada en el amor, en la comunicación generosa y en la fundada esperanza en una vida feliz.

De los poemas denominados 'Nanas' se desprenden dos maneras de entender la ilusión. Una, que la autora desecha, es aquella que nos transporta a mundos irreales e imposibles, a los que pretenden que accedamos a través de mentiras y de falsas promesas. Otra, a la que ella se abraza, es la que nos hace andar por un camino de esperanza y nos invita a llegar a un mundo nuevo sin dejar de tener los pies anclados en la tierra.

Las nanas que escribe Mariví están llenas de dulzura, de ternura, de ese cariño que ama de cerca. Son la muestra de un amor de madre que cuida de su hija, que quiere garantizar el sosiego de la niña querida cuando se la acaricia con el profundo cariño con el que se acarician los cuerpos pequeños. Solo el verdadero amor es capaz de fijarse en esos pequeños detalles que siempre, y más para un niño, son tan importantes. Son palabras que intentan conseguir la gran meta de ahuyentar los miedos, siempre tan amenazantes, tan frustrantes, tan lejanos de la vida.


Mariví García Gallego firmará ejemplares de 'Mujer y niña' en la Feria del Libro de Madrid, caseta 242, el domingo 28 de mayo y el miércoles 7 de junio, en ambas ocasiones de 18:30 a 20:00 horas.  


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