jueves, 31 de diciembre de 2020

Dicho en el pasado. Nuevo año



30 de diciembre de 2019

El tiempo no existe.
Es solo la manera que tenemos nosotros de ordenar los acontecimientos, según un antes y un después.
De acuerdo con esta ordenación, mañana empieza un año nuevo.
Podría ser otro día, pero toca mañana.
Si te vas a plantear cómo quieres que sea el próximo año, solo te pido que no lo hagas como si estuvieras solo, porque no lo estás.
Eres uno más y tienes que contar con todos.
Es lo que te deseo. 

Buenos días.

Andrés Vesalio. Hombres y Mujeres de Ciencia. El Calendario de Bautista. 31/ 12/ 2020


Tal día como hoy de 1514 nació Andrés Vesalio


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Los jueves, músicas nuevas. Camilo

 


El colombiano CAMILO, ídolo de masas en la música latina, nos dedica esta canción de fin de año. La ha publicado hace un mes para que la oigamos hoy a las 23´55. Pulsa en este enlace para escuchar la canción https://youtu.be/K0Rwh3E15PQ 


miércoles, 30 de diciembre de 2020

Dicho en el pasado. Sé humano


30 de diciembre de 2018

No te deseo felicidad, porque cada día tengo más claro que la felicidad no es una píldora que tomemos, ni el premio de ninguna extraña lotería ni el ideal de nadie que viva conscientemente en este mundo.

Lo que te deseo es que cada día seas más lo que eres, que sepas más del mundo en el que estás y que tu actuación sea lo más generosa, constructiva, justa, igualitaria y libre que puedas. Eres un ser humano que está llamado a convertirse en un ser cada día más humano y menos salvaje. Eso es lo que te deseo. Si eres capaz de cumplirlo, una sensación de bienestar, de alegría, de haber cumplido con tu deber y de satisfacción vital te relajará, te hará sonreír y te dará ganas de vivir.

No busques la felicidad. Es inútil hacerlo. Busca ser un ser humano mejor y crear un mundo mejor. Ese es tu destino y nada más. Ojalá te empeñes en conseguirlo.

Tu Youyou. Hombres y Mujeres de Ciencia. El Calendario de Bautista. 30/ 12/ 2020



Tal día como hoy de 1930 nació Tu Youyou


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martes, 29 de diciembre de 2020

Todos los días son iguales





Se acerca un nuevo año. La tradición dice que hay que desear un año feliz a quienes se quiere. Yo lo deseo por no hacer el feo, aunque realmente no sé muy bien qué es lo que eso quiere decir.

Me intriga la idea que parece funcionar en las mentes de muchos de que el 31 de diciembre se acaba un año y que el 1 de enero aparece otro distinto, que se quiere que sea mejor y que se espera que poco tenga que ver con el que termina. Esta atribución de características propias a cada año me parece fruto de imaginaciones que se inventan cosas que poco tienen que ver con la realidad.

Los años no son más que unidades de medida, como el segundo o como el metro. Van de enero a enero como podían ir entre cualesquiera otras fechas. El 31 de diciembre y el 1 de enero son días de veinticuatro horas, como todos y no hay nada en la naturaleza que cambie el contenido de un día por pertenecer a un año o a otro.

Esa magia milagrera que quiere convertir un año en mejor que el anterior responde a mentes poco dadas a hacer caso a lo avalado por el conocimiento, por la ciencia, y a confundir los deseos con la realidad, los milagros con el conocimiento y lo improbable con lo posible. Una actitud mental muy peligrosa, que lo confunde todo y que produce consecuencias muy nocivas para la sociedad.

Pertenezcan al año que pertenezcan, los días no son más que días, y, en ese sentido, son todos iguales. La que tiene que ser distinta es nuestra mentalidad, que tiene que evolucionar no cada año, sino cada día, hacia una mayor racionalidad.

Maria Winkelmann. Hombres y Mujeres de Ciencia. El Calendario de Bautista. 29/ 12/ 2020



Tal día como hoy de 1720 murió Maria Winkelmann


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lunes, 28 de diciembre de 2020

Inocentes




Hoy es el día de los inocentes.

Inocente es quien no tiene malicia, quien no va con segundas intenciones, quien tiene el corazón limpio, quien no tiene culpa de nada.

Recuerdo que en mi infancia se reían de los inocentes, les gastaban bromas y le colgaban muñecos en la espalda sin que se dieran cuenta. Nunca me gustó eso de reírse de los inocentes. Me parecía una estúpida tradición más. Confundían, además, al inocente con el ingenuo, que es el que no se da cuenta de lo que realmente ocurre, el que no se entera de nada.

Por lo demás, no veo que hoy haya inocentes. Creo que todos somos, en alguna medida, culpables. ¿Hay alguien que se considere verdaderamente inocente de las injusticias de existen y que se toleran a pequeña y a gran escala?