miércoles, 5 de octubre de 2011

Errores



Hay dos errores graves. Uno, creer que de la crisis nos va a sacar la derecha. Otro, que de la crisis nos va a sacar la izquierda.

Hay un error gravísimo, que es creer que de la crisis nos van a sacar los que ahora no gobiernan. Mira, si no, a Europa.

Y un detalle que habría que tener en cuenta: la izquierda va a hacer lo que pueda, pero va a pensar en ti; la derecha, ni eso.

martes, 4 de octubre de 2011

Cualquiera




Hoy cualquiera puede ser cualquier cosa desde la más impune ignorancia.

Cualquiera puede querer tener un hijo sin tener la menor idea de cómo ser un buen padre.

Cualquiera puede querer tener un perro sin tener ni siquiera indicios de cómo viven estos animales de acuerdo con su naturaleza ni de las precauciones que conviene tomar con ellos para no molestar a los demás.

Cualquiera puede conducir un vehículo sin respetar las normas de tráfico ni del sentido común ni de un mínimo civismo, poniendo en peligro su vida y la de los demás.

Cualquiera puede ser camarero aunque la correcta preparación de una bebida sea algo totalmente ajeno a su competencia. Total, hay mucha gente que está acostumbrada a tragar cualquier cosa al precio que sea.

Cualquiera puede hablar con quien sea de lo que sea sin saber nada de ello, que hablar es gratis y una extraña idea de libertad le permite decir lo que le dé la gana.

Cualquiera se conforma con aparentar. Puedes ser un zopenco por despabilar, pero te cortas el pelo con gracia, te pones unos trapitos de marca y pasas por ser lo que no eres.

Hoy cualquiera puede ser cualquier cosa, sin darse cuenta en absoluto de eso es igual que no ser nada.

Celia Mur

viernes, 30 de septiembre de 2011

Sólo existe lo que no existe




Viene acostumbrándonos el PP a que su discurso se base en cosas que no existen. Es una treta muy interesante y muy eficaz para todos aquellos que van por la vida sin suficiente aviso y que se tragan con gusto trolas multicolores y muy aparentes, pero falsas como besos de Judas. En cambio, para quien se da cuenta de la burda maniobra, resulta descorazonador e insultante que unos políticos atenten contra la evidencia y contra la dignidad de sus oyentes con palabras tan poco ancladas en la realidad.

Pongamos algunos ejemplos. Las señoras Aguirre y Figar, gobernantas de la Comunidad de Madrid, haciendo gala de una torpeza ya antigua y sin medir las consecuencias de sus caprichos ideológicos, han diseñado unos recorte en la Educación madrileña con la excusa del ahorro, pero con el claro objetivo de desprestigiar hasta eliminar la enseñanza pública en la región. Cuando ves que en un instituto han prescindido de 6, 7 o 10 profesores, compruebas que los recortes, claro está, existen. Sin embargo, el discurso de estas señoras repite machaconamente que los recortes no existen, que sólo hay un aumento de horas en el trabajo de los profesores, lo cual te lleva a pensar en la ignorancia de estas gobernantas, en su torpeza o incluso en su mala fe. Lo que existe resulta que no existe, aunque su existencia resulte flagrante para todos. Oficialmente, lo que existe no existe, sólo existe lo que no existe. No existían tampoco profesores en las manifestaciones habidas en Madrid. Eran gentes de sindicatos, de los de las cejas, insultadores de peregrinos e indignados los que existían, pero los profesores no existían.

Tampoco existía opacidad en la nómina de la señora Aguirre, aunque nadie pudiera explicar la diferencia entre lo que decía y lo que cobrara. Tampoco aquí existía lo que existía. Como tampoco existe, a juicio de la inefable señora Botella, el aire sucio y contaminado de Madrid. Tampoco gozan de existencia los indignados del 15M. La existencia aquí se tiñe de camorristas y pendencieros, además de golpistas de Estado en potencia. O sea, que lo existe no es lo que existe, que, según los señores y señoras del PP, no existe, sino lo que dicen ellos que existe, que suele ser lamentablemente lo que no existe. Tampoco existe la corrupción. Esto lo afirman todos los del PP, particularmente cuando salen a la luz noticias de la Comunidad valenciana o de esa trama angelical llamada Gürtel, poblada de pobres víctimas de la injusticia existencial. Tampoco existen las mentiras con las que endulzan su existencia estos señores y señoras. En realidad, dicen, lo que existen son las mentiras de los otros, especialmente de los socialistas, que son unas mentiras enormes y cargadas de maldad.

La maniobra parece muy clara, aunque a muchos les resulte difícil de ver o de admitir. Y, además, es muy antigua. Se trata de crear una realidad nueva, distinta de la realmente existente. Esta realidad creada es la que interesa que exista, aunque no exista, a quien la fabrica e incluye en ella lo que le viene bien, expulsando como no existente todo aquello que le perjudica. Quien, por las razones que sea, no tiene más remedio que huir mentalmente de este mundo y refugiarse en mundos prometidos, fantasmales e inventados acepta con facilidad todas estas creaciones y no tiene mayor inconveniente en atribuirles realidad. Quienes admiten que hay otros mundos ¿por qué no van a admitir este que les cuentan estos señores con tanta vehemencia y con tanta convicción? Si se atrevieran a quitarle las sábanas a los fantasmas, que diría Serrat, verían que debajo no hay nada, pero hay quienes no saben ni pueden vivir sin fantasmas.

Ya desde muy antiguo se sabe que lo que no existe no se puede demostrar. Por eso, los dichos de estos señores del PP, referidos a asuntos que no existen, acarrean siempre el trabajo de contrarrestarlos demostrando la existencia de lo contrario de lo que dicen. ¿Crees, lector/a, que es normal que un ciudadano tenga que estar constantemente buscando en la realidad lo contrario de lo que dicen estos tipos?