Puedes plantear perfectamente la batalla, incluso puedes ganarla y luego puedes terminar ganando la guerra, pero eso no significa que después de cada una de esas victorias venga el descanso ni tampoco la paz. Lo que uno no quiere son guerras, ni batallas, ni planteamientos bien hechos para ganar a ningún enemigo. Ni siquiera tener que estar defendiéndote a cada momento de invasiones, injerencias, mentiras o maltratos. Uno quiere descansar. Uno quiere el sosiego. Uno quiere la tranquilidad. Uno quiere la sonrisa permanente en los labios. Creo que todo eso se incluye en la expresión “Descansa en paz”, solo que los muertos ni se cansan ni descansan, ni pelean en batallas ni ganan ni pierden guerras. Simplemente, ya no son. Mientras se es, es imposible el descanso.
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