Acabo de oír en la radio la un tanto tramposa alusión de Miguel Ángel Aguilar a Max Weber y su diferencia entre una moral de la convicción -la que profesarían los defensores en el PSOE del 'No es no'- y una moral de la responsabilidad -que sería propia de quienes optan por la abstención para que el país pueda tener un gobierno.
A mí me parece que el PSOE está ahora en una situación no agradable, pero trascendental, de convertirse en el único partido español coherente, con una vocación de izquierdas y con un futuro prometedor. A Podemos ya se le vio el viejo, pero inmaduro, plumero cuando prefirió a Rajoy y no votó a Pedro Sánchez. Iba a lo suyo y se encontró con los suyos, aunque con algunos menos de los previstos. De Ciudadanos sabemos ya que, en el fondo, apoyará a Rajoy, pase lo que pase. Es el PSOE el que puede ser coherente con sus convicciones y encarar la responsabilidad de convertirse en el único partido en el que poder confiar, si se mantiene en el 'No es No'. Si se abstiene, sancionará un estado de cosas en el que los partidos -todos-, con independencia del voto de los ciudadanos, harán lo que les venga en gana. En el fondo, la abstención del PSOE podrá ser interpretada como el triunfo del gran lema de la ideología capitalista neoliberal: Todo vale. Y a ver quién vuelve a votar al PSOE.
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