Nos quejamos de que nunca nos tocan las
loterías, cosa que suele ocurrir, pero no nos fijamos en que hay
otras loterías que sí nos tocan. Por ejemplo, nos toca la lotería
cuando encontramos a alguien que nos escucha; o que tiene con
nosotros un detalle inesperado; o que nos pregunta cómo estamos, con
la sana intención de intentar ayudarnos, si es posible; o que nos
regala su tiempo, tan valioso como el nuestro; o que se le nota que
está con nosotros. Estos y muchos otros también son premios gordos.
Buenas noches.
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